Ana Pardo de Vera, quien fue directora del diario Público hasta septiembre de 2016, solía recorrer las tertulias televisivas acusando a la hermana de Feijóo de irregularidades que luego se demostraron falsas. Mejor habría sido si esa mirada fiscalizadora la hubiera puesto entonces en su propia hermana, la lucense Isabel Pardo de Vera, ex secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana entre 2021 y 2023, y posteriormente presidenta de ADIF.

La expresidenta del ADIF y ex secretaria de Estado de Transportes, y Javier Herrero, ex director de Carreteras, protagonizan varias de las conversaciones registradas en secreto por el que fuera chófer y asesor de José Luis Ábalos y que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil envió al Tribunal Supremo el pasado 5 de junio como parte de un extenso informe de 490 páginas.

Los agentes concluyen que Koldo «se valía» de ambos «para estas actuaciones que habrían permitido la manipulación de los procesos de contratación» de obras públicas. De hecho, solo en tres licitaciones a la compañía Acciona, los amaños superarían los 342 millones de euros: el soterramiento de la red arterial ferroviaria de Murcia, el tramo Pulpí-Vera del corredor mediterráneo y la integración del ferrocarril de San Feliú de Llobregat.

La gallega habría intervenido también, según el instituto armado, para beneficiar a otras empresas tras la petición de Koldo. En un audio grabado por este el 18 de noviembre del 2020, el exasesor le solicita una adjudicación para Levantina Ingeniería y Construcción (LIC) y, aunque ella primero se niega, él le propone que sea una obra de emergencia. «Le hemos dado una de 700.000 hace nada, eh. Hace nada, es que va a cantar, déjamelo mirarlo», le responde Pardo de Vera. «Apenas un mes después de la conversación», el 17 de diciembre, el ADIF propuso directamente a LIC como adjudicataria para una obra de emergencia por importe de más de medio millón de euros, sostiene la UCO.

Imputada

La lucense ya fue imputada el pasado mayo por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno por la presunta contratación irregular de una exnovia de Ábalos en las empresas públicas Ineco y Tragsatec, y acusada de los delitos de tráfico de influencias y malversación de caudales públicos. «Todo ok, me dicen», escribió en un mensaje, según los agentes.

La relación entre el exchófer y Pardo de Vera era estrecha. «Nos dan en toda la cara. Nos han jodido un poco», le reprocha tras la mala puntuación que recibió Acciona para una obra del AVE en Extremadura.

Las conversaciones entre Koldo y Santos Cerdán demuestran, según el instituto armado, que ambos querían promocionar a la gallega y a su segundo porque eran «determinantes» para los amaños de obra pública. Este, Javier Herrero, es citado en un audio del 21 de enero del 2021, en el que Koldo comenta que un tal Alfonso tenía un problema y que «ya tiene reunión con Isabel, no con Isabel, con el segundo suyo», y Cerdán le riñe por el «ruido» que llega desde Aragón y el País Vasco sobre sus apaños.

Feminismo impostado

El partido socialista siempre ha agarrado la bandera del feminismo como si fuera de su exclusiva titularidad.

El PSOE llegó a decir que ser socialista es sinónimo de ser feminista, como se vio en la campaña del partido previa al 8 de marzo de 2020 (la manifestación que se mantuvo a toda costa pese a las alertas pandémicas). En aquellos días el PSOE recurrió incluso a José Luis Ábalos como defensor de la igualdad entre hombre y mujeres. «Soy feminista por que soy socialista», decía en ese anuncio del partido.

Todo estos alegatos salieron malparados con la aprobación de la ley del ‘solo sí es sí’, la norma que mejoró la situación procesal de cientos de violadores. Pero las grabaciones de Koldo incautadas por la UCO desvelan que tanto él como el exministro Ábalos estaban muy lejos de ser feministas ejemplares, a la vista de cómo hablaban (y se dirigían) a las mujeres con las que mantenían trato.

«Te tengo preparada una (…). La Ariatna está bien, está recién, está perfecta. Y la colombiana nueva», le indica Koldo al exministro en uno de esos audios, publicados por este periódico este mismo viernes.

En esa conversación Ábalos discute con su asesor opciones de desplazamiento y alojamiento para pasar unos días. «Si vinieran de Córdoba es nada, ese trocito, pero si vienen estas, claro, hay que buscar un sitio», le indica. «Mira, si vienen aquí, ya sabes quién va a venir, lo tengo claro. Si viene aquí, tienes a la Ainara», aclara Koldo.

Ábalos, sin embargo, corrige a su asesor, y le indica que el nombre de la chica es Ariatna. «A la Ariatna, que está bien, que está recién, está perfecta», contesta Koldo. «Y a la colombiana. Y a la otra», le recuerda el exdirigente socialista. En ese punto, Koldo le reconoce que él quiere «a la otra también». «Pero era porque cambiaras tú. Pero a ti te gusta más Ariatna», le contesta Koldo. «No sé, la Carlota se enrolla que te cagas», desvela Ábalos. Para zanjar la discusión, su asesor le indica: «Pues la que tú quieras. O Ariatna y Carlota, y a tomar por culo». El entonces ministro muestra entonces su conformidad: «Era por conocer».

Koldo, a lo Torrente con Pardo de Vera

Koldo empleaba idénticas formas salaces con Isabel Pardo de Vera, presidenta de Adif, como se desprende de una conversación en la que hablaban de un par de personas a las que colocar en empresas públicas.

Pardo de Vera: «Sí, pásame el contacto».

Koldo: «Te lo pasé por WhatsApp ahí. Pasas de mí…».

Pardo de Vera: «No, es que tengo que tomar magnesio o algo. Estoy vieja, que le vamos a hacer».

Koldo: «Joder, pues cuando te he visto con el pantalón de traje así, estás buenísima».

Pardo de Vera: (se ríe) «Es el uniforme. ¿Sabes cuando te levantas y dices… mira… no… no… qué me pongo? Lo negro y ya está».

Esta conversación muestra el tonelaje de indignidad que los cargos de las empresas públicas nombrados a dedo están dispuestas a soportar.

¿Se imaginan ustedes a damas dignas de esa consideración soportando tan denigrante trance? ¿Se imaginan a presidentas de corporaciones privadas como Patricia Botín, Marta Ortega o las hermanas Koplowitz permitiendo a un repulsivo garrulo, a un desecho de tientas como Koldo, sobrepasar los límites perimetrales que exige el más estricto sentido de la dignidad y de la autoestima?

Lo público o robar a manos llenas

Todo lo cual demuestra que lo público se ha convertido en un devorador de fondos procedentes de los ciudadanos. La izquierda defiende lo público porque le permite robar a manos llenas y poner al frente de empresas como ADIF a militantes dispuestas a tragar con todo, incluso con casposos como Koldo, cuando entre risas le escupe que está muy buena con el traje que lleva. Cayetana Álvarez de Toledo le habría soltado al baboso un sonoro soplamocos.

Lo público se ha convertido en el refugio de los más inútiles, incapaces y con menos escrúpulos. La izquierda ha convertido lo público en un pozo sin fondo, oscuro, tenebroso, creado desde la complicidad del que solo está en política para robar. Agujeros negros que solo absorben dinero público que suele ir a manos de amiguetes y amiguitas para pagar favores pendientes.

Por eso la prevalencia de lo público es inversamente proporcional al desarrollo económico de una nación. En la medida que se pone la gestión de cientos de millones de euros en manos de quienes no sabrían gestionar un kiosco de chucherías, lo sorprendente es que algo salga bien. Ana Pardo de Vera es el mejor ejemplo.