Santos Cerdán se atrinchera. Veinticuatro horas después de anunciar su dimisión y la entrega del acta de diputado para defenderse ante la Justicia, el ex secretario de Organización del PSOE no ha comunicado aún su baja formal como parlamentario ante las Cortes, lo cual ha disparado las sospechas de la oposición y la inquietud del Gobierno y el PSOE. Fuentes parlamentarias han anticipado la tensión que ha generado el retraso de la entrega del acta de Cerdán, tras el cierre del registro de la Cámara Baja donde ha de formalizar su renuncia.

Fuentes parlamentarias explican que el procedimiento reglamentario para la entrega del acta de diputado es la presentación de una «declaración personal de voluntad» en el registro del Congreso de los Diputados, que «no es discrecional ni requiere visado». Es decir, en el momento en que se presenta la carta del parlamentario «se hace efectiva su renuncia, es automática». Algo que no se ha producido hasta el momento, pese a que el comunicado hecho público por el PSOE a las 15:48 horas de este jueves, y firmado por Santos Cerdán, anunciaba la entrega del acta.

El registro de la Cámara Baja ha cerrado a las 18 horas sin que se haya formalizado esta renuncia. Un movimiento ante el que existe expectación por parte de la Mesa del Congreso, presidida por la socialista Francina Armengol, no sólo por las obvias implicaciones para el grupo socialista y para el Gobierno. El órgano rector de la cámara debe validar la baja de un diputado para comunicarla formalmente a la Junta Electoral Central, quien debe expedir una nueva credencial de diputado y ordenar al grupo socialista que corra la lista para sustituir al parlamentario saliente.

Expectación en la Mesa

Si se formalizara la renuncia, la Mesa convocaría una ronda telemática para validar la decisión de Cerdán y enviar una comunicación a la Junta Electoral. Sin embargo, las sospechas en la cuenta atrás de la tarde del viernes es que esta renuncia no llegue a producirse y el ex secretario de Organización del PSOE se atrinchere para mantener el aforamiento ante el Tribunal Supremo. Fuentes socialistas confirman estas sospechas y dan cuenta del malestar que habría provocado en el propio Cerdán la rueda de prensa en Ferraz del ex número tres del PSOE. Pedro Sánchez manifestó su «decepción», «indignación» y su convicción de que «no debimos confiar en él». Fuentes socialistas aseguran que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE mantuvo su confianza en él hasta que vio el contenido del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que le implica en el amaño de contrato de obra pública y el cobro de mordidas.

Las mismas fuentes aseguran que fue Sánchez quien le apremió para forzar su dimisión y frustrar la rueda de prensa en Ferraz anunciada por Cerdán a su llegada al Congreso. Desde el PSOE dieron la voz de alarma ante la crudeza del informe de la UCO porque «no puede comparecer como secretario de Organización ni manchar de sangre la sede». Fue entonces cuando se anunció la convocatoria de Pedro Sánchez en la sede del partido que hacía siete años que no utilizaba, desde mayo de 2018 para anunciar la presentación de una moción de censura contra Mariano Rajoy. El fuego cruzado y las presiones y tensiones de las últimas horas han derivado en la tensión actual entre Moncloa, Ferraz y quien hasta ahora era una pieza clave del engranaje de ambas instituciones.