Las vacunas contra la COVID-19 redujeron la cantidad de folículos primordiales —“ la base de la fertilidad ”— en ratas hembras hasta en un 60%, según un estudio revisado por pares publicado en Vaccines .

Los autores dijeron que sus resultados justifican “más investigaciones sobre los efectos de las vacunas en la reserva ovárica humana”.

“Si estos hallazgos realmente se aplican a los humanos, las implicaciones para las tasas de fertilidad globales son profundas”, escribió el epidemiólogo Nic Hulscher en Substack.

Añadió:

Este tipo de daño —al suministro de óvulos de por vida de una mujer— es biológicamente irreversible. La pérdida de folículos primordiales es permanente: no se regeneran. Si esto se aplica a los humanos, significa menopausia precoz, infertilidad y una caída en picado de la natalidad.

La Dra. Margaret Christensen , ginecóloga capacitada, educadora clínica y cofundadora de Carpathia Collaborative , dijo que el estudio coincide con los resultados que ha visto en pacientes en su consultorio.

“El impacto que hemos observado en la fertilidad y los ciclos menstruales debido a las inyecciones de proteína de espiga ha sido alarmante”, afirmó Christensen. “No solo la incapacidad para concebir, sino también un marcado aumento de abortos espontáneos y muertes fetales”.

‘La investigación es una evaluación de daños’

El estudio, escrito por ocho investigadores y médicos turcos, buscó identificar los efectos de las vacunas de ARNm y no ARNm contra la COVID-19 en la salud ovárica de las mujeres, incluido su suministro de óvulos.

Los investigadores estudiaron 30 ratas albinas Wistar hembras, divididas en grupos con ARNm, sin ARNm y control. Las ratas de los grupos vacunados recibieron dos dosis equivalentes a las humanas, con 28 días de diferencia. Cuatro semanas después de la administración de la segunda dosis, se extrajo y analizó el tejido ovárico de las ratas.

Los resultados mostraron que tanto las vacunas de ARNm como las no ARNm contra la COVID-19 “pueden afectar negativamente la reserva ovárica en ratas” a través de la pérdida de folículos primordiales.

El número de folículos primordiales en el grupo de control no vacunado fue en promedio de 106,70, mientras que las cifras para los grupos vacunados con ARNm y sin ARNm fueron 42,40 y 70,10, disminuciones del 60,3% y 34,3%, respectivamente.

Karl Jablonowski, Ph.D., científico investigador principal de Children’s Health Defense , dijo que es significativo que estos sean hallazgos postclínicos.

“La investigación no busca determinar los posibles daños si nos vacunamos contra la COVID-19 con ARNm”, afirmó Jablonowski. “Muchos ya han optado por esa vía y han sufrido daños. La investigación es una evaluación de daños”.

Según Science Direct, los folículos primordiales son la unidad reproductiva del ovario de los mamíferos. Un artículo de 2023 de la revista Frontiers in Physiology los define como la unidad funcional básica de la reproducción femenina , que se forma cerca del momento del parto y permanece latente posteriormente.

La cantidad de folículos primordiales juega un papel importante a la hora de determinar la duración de la vida ovárica y la fertilidad de una mujer.

Según un artículo de 2015 en Biology of Reproduction , “Esta reserva contiene todos los ovocitos” —o óvulos en desarrollo— “potencialmente disponibles para la fertilización a lo largo de la vida fértil”.

Los resultados del estudio mostraron que la cantidad de folículos que alcanzaron etapas de desarrollo cada vez más maduras (incluidos los folículos primarios, secundarios, antrales, preovulatorios y atrésicos ) fue típicamente significativamente menor en ambos grupos vacunados, y particularmente en el grupo de ARNm.

Al comentar sobre la aplicabilidad de los resultados del estudio a los humanos, el Dr. Angus Dalgleish , profesor de oncología en St. George’s , Universidad de Londres, dijo que los estudios en ratas como el realizado por los investigadores turcos son “un modelo estándar y muy confiable para evaluar problemas de fertilidad”.

Un estudio demuestra que las vacunas de ARNm y sus nanopartículas lipídicas son altamente tóxicas

Además de la disminución de los folículos ováricos medidos en el estudio turco , los resultados también mostraron otros efectos negativos en la salud reproductiva en los grupos vacunados.

Uno de estos resultados fue una disminución de la hormona antimülleriana (AMH), que representa la reserva ovárica, o la cantidad de ovocitos en el ovario . Unos niveles más bajos de AMH se asocian con una fertilidad deficiente y una menopausia más temprana, escribió Hulscher.

Los resultados también mostraron niveles elevados de caspasa-3 , una enzima crucial para la muerte celular, según Science Direct. Hulscher señaló que también se encontraron marcadores inflamatorios en los grupos vacunados asociados con afecciones como:

– Atresia ovárica , donde un folículo no se desarrolla

– Fibrosis , o el reemplazo de tejido funcional con exceso de tejido conectivo fibroso, lo que conduce a una función orgánica reducida, insuficiencia orgánica y muerte.

– Daño tisular a largo plazo

Estos efectos fueron particularmente pronunciados en el grupo vacunado con ARNm. Dalgleish afirmó que el contenido de las vacunas de ARNm probablemente contribuya a este resultado.

“El mensaje principal de este artículo es que las vacunas de ARNm y sus nanopartículas lipídicas son altamente tóxicas por sí mismas, siendo peores que la proteína de pico inactivada por sí sola”, afirmó Dalgleish, señalando que la absorción de estos contaminantes por diversos órganos, incluidos los ovarios, es “aterradora desde muchos puntos de vista”.

‘Es cierto que en los seres humanos se producen graves daños ováricos’

Una preimpresión publicada por seis investigadores checos, daneses y suecos el mes pasado que examinó a aproximadamente 1,3 millones de mujeres checas de entre 18 y 39 años encontró que aquellas que habían recibido vacunas contra la COVID-19 tuvieron aproximadamente un 33% menos de embarazos exitosos en comparación con las mujeres no vacunadas.

La tasa global de fecundidad en la República Checa disminuyó un 21% durante el período estudiado.

Basándose en el estudio checo, Hulscher dijo que los resultados del nuevo estudio realizado por investigadores turcos muestran que “el daño ovárico severo efectivamente ocurre en los humanos”.

Esto no es inesperado: las nanopartículas lipídicas que encapsulan el ARNm tienen una preferencia particular por los ovarios, según estudios de biodistribución en animales. Una vez dentro, el ARNm instruye a los ovarios a producir la proteína Spike tóxica, lo que provoca daño tisular e infertilidad, explicó Hulscher.

Naomi Wolf, Ph.D., directora ejecutiva de Daily Clout y autora de “ The Pfizer Papers : Pfizer’s Crimes Against Humanity”, dijo que los hallazgos de los estudios turco y checo confirman lo que descubrió al analizar los “ Pfizer Papers ”, documentos relacionados con los ensayos clínicos y la licencia de la vacuna COVID-19 de la compañía.

“El doctor Robert Chandler , miembro de nuestro equipo de investigación , identificó la biodistribución de nanopartículas lipídicas en los ovarios, a partir de los documentos de Pfizer de 2022”, afirmó Wolf. “Desde 2017 se sabe que las nanopartículas lipídicas perjudican la reproducción en hombres y mujeres”.

Un estudio publicado en marzo en Molecular Therapy Nucleic Acids reveló que el ARNm atraviesa la placenta en una hora, lo que conduce al desarrollo de la proteína de espiga que permanece en los tejidos fetales después del nacimiento. Un estudio publicado el mes pasado en BMC Pregnancy and Childbirth reveló una mayor tasa de abortos espontáneos entre las mujeres vacunadas contra la COVID-19.

Dalgleish dijo que los resultados de estos estudios refuerzan los llamados de algunos científicos, organizaciones médicas y organismos gubernamentales para suspender o prohibir las vacunas de ARNm .

“El detalle del daño causado a los folículos por la inducción de marcadores inflamatorios y cambios en los anticuerpos AMH es suficiente para gritar: ‘Detengan estas vacunas ahora’”, dijo Dalgleish.