Espectáculo gubernamental «petro sanchista»
Hace unos días conocimos una noticia que generó estupor al contemplar que el muy «progresista» presidente de Colombia Gustavo Petro había retransmitido en directo por TV y redes sociales una reunión de su gobierno –que se suponía estaba en Consejo de ministros– mostrando una ridícula imagen más propia de una asamblea estudiantil o de una conflictiva reunión de vecinos, echándose los trastos unos a otros sin orden ni concierto.
La consecuencia lógica e inmediata ha sido que varios de sus integrantes han dimitido de sus puestos y que Petro anuncia una profunda remodelación de su macro gobierno muy parecido al de Sánchez por el número de sus progresistas integrantes.
Anteayer tuvimos aquí un remedo de eso en la habitual rueda de prensa en Moncloa para informar de lo tratado en el previo Consejo, con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de protagonista principal. Presumía de la subida de 50€ mensuales del SMI, mientras su colega de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, la contradecía en directo, contestando a los periodistas que preguntaban respecto a la subida efectiva del salario en función de si se les efectuaba (o no) descuento por la tarifa del IRPF y la subida real quedaba en 28€. El espectáculo, sin duda, fue una cierta imitación del de Petro, ya que Sánchez es tan progresista como él y su Gobierno debe estar a su altura y no puede ser menos.
Ayer, y para atenuar esa patética imagen, escenificaron un nuevo capítulo de esa histriónica serie durante la Sesión de Control en el Congreso con Yolanda Díaz junto a Sánchez en el banco azul mostrando ostentosos gestos de impostada complicidad entre ambos, aprovechando que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda –que se supone tendrá algo que decir al respecto– «casualmente» se encontraba «de baja por una indisposición». Lo que aprovechó Yolanda para ocupar su escaño junto al presidencial y así mostrar su satisfacción ante el ridículo mostrado en público el día anterior.
En España los ministros y ministras al prometer el cargo –los progres nunca juran– se comprometen a garantizar la reserva de lo tratado en las deliberaciones del Consejo de ministros precisamente para asegurar la libertad en los debates correspondientes a los temas tratados y transmitir a su vez una imagen de unidad en el Gobierno. Pero, a la vista de los espectáculos entre la coalición sanchista y de estos con sus aliados parlamentarios, quizás habrá que considerar una modificación de la tradicional fórmula de jura/promesa del cargo en el Palacio de La Zarzuela ante el Rey como Jefe del Estado.