El escorpión catalán y la rana
AD.- El escorpión le pidió a la rana que lo cargara para cruzar el río, la rana le dijo: “¿Cómo sé que no me picarás?”
El escorpión respondió: —porque haría que ambos nos ahogáramos.
La rana aceptó; y a la mitad del río el escorpión picó a la rana. Cuando la rana le preguntó ¿por qué?, si los dos vamos a morir; el escorpión respondió: “es mi naturaleza”. (¿Le encajaría a usted está fábula sustituyendo al escorpión por el independentista catalán y a la rana por todos nosotros?)
Los hechos gravísimos ocurridos durante el retorno a España y posterior huida de Carles Puigdemont (con la colaboración, una vez más, de los Mossos), pone de manifiesto el fracaso del estado autonómico surgido en 1978 y hace imprescindible la reparación moral de todos los españoles calumniados durante décadas por advertirnos del escenario que hoy desgraciadamente se ha hecho bien visible.
Es más necesario que nunca que no nos rindamos, que exhibamos nuestra bandera, que declaremos como enemigos a quienes llevan años minando nuestra convivencia, adoctrinando a los niños en el odio, haciendo escarnio de nuestros símbolos nacionales, transfiriendo los recursos públicos a cuentas andorranas, obligando a las empresas locales a un refugio legal seguro, lejos, bien lejos, del clima de insurrección golpista en las instituciones autonómicas catalanas.
En esta hora oscura tampoco debemos olvidarnos de la ultraizquierda española, que ha tenido siempre, entre ceja y ceja, la destrucción de España, la mano traidora que mece la cuna del separatismo fuera de Cataluña. Que la acción de protesta de los españoles se oriente en igual medida hacia los que han apoyado siempre el totalitarismo separatista, los que ayer apelaban a la paz en Irak y hoy respaldan a los generales narcotraficantes y multimillonarios del régimen de Nicolás Maduro, los que han pedido diálogo con Puigdemont como ayer lo pidieron con los jefes de ETA, los que son manejados por Roures con fines que no se nos escapan, los que han degradado ética y estéticamente la vida española. Esta izquierda repugnante y rancia ha defendido siempre las peores causas, sustentadas en las mentiras, el relativismo ético, las contradicciones y la corrupción moral. Son y representan una terrible patología social, una plaga de buenismo y demagógicas mentiras, que ha crecido todos estos años porque la sociedad civil española no se ha comprometido en echarles un pulso, en mantener una lucha sin cuartel, eficiente y sistemática contra ellos, como la que mantuvieron millones de compatriotas en tiempos no tan remotos. Entonces les vencimos, y de qué forma. Y hoy es imperio que vuelvan a ser derrotados. Porque somos la razón de que tantos españoles buenos hayan existido.
Vivimos horas cruciales para el porvenir de España. Tanto el PP como Vox tienen que tomar nota. El día que el felón abandone la Presidencia del Gobierno (más pronto que tarde), los responsables de la insurrección en Cataluña todos estos años deben ser severamente castigados. Cualquier medida mesurada del futuro gobierno contra las instituciones golpistas catalanas y sus encubridores debería ser considerada acto de alta traición. España exige venganza y que los traidores catalanes que quieren acabar con cinco siglos de realidad histórica terminen contemplando la devastación de su obra como el resultado de su criminal quimera.
Por desgracia, el mandato testamentario del ex jefe del Estado para que velásemos por la unidad, advirtiéndonos al mismo tiempo de que los enemigos de España y de nuestra civilización estaban alerta, no ha sido cumplido por quienes desde su muerte han tenido la responsabilidad política y la exigencia moral de hacerlo. Todo lo cual nos obliga a sostener que nuestro enemigo no es Putin; nuestro enemigo anida en muchas de las instituciones del Estado. El escorpión está entre nosotros, imponiendo al felón monclovita la siniestra hoja de ruta hacia la destrucción de lo que queda de España. Que al menos su letal picadura nos coja confesados.
No es por ponerme una medalla, yo en el año 1978 aun cuando era joven ya sabia lo que iba a traer el Estado Autonómico y esa fue una de las razones porque las vote NO a la constitución, y el tiempo me ha dado la razon, por dos motivos 1) Económico, el estado autonómico ha supuesto un despilfarro total para España, aparte de la duplicidad de cargos, los barones autonómicos se han creído emperadores en sus comunidades, con un despilfarro de inútiles obras publicas 2) Y si el anterior supuesto e s grave, no menos es el enfrentamiento entras… Leer más »
Totalmente de acuerdo.