El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha anunciado este lunes un acuerdo con Argentina sobre la octava revisión del paquete de ayuda que allana el desembolso de casi 800 millones de dólares, días después de la segunda huelga general en el país sudamericano. En 2022 el FMI y el Gobierno argentino ya acordaron un programa crediticio en virtud del cual la nación recibe 44.000 millones de dólares a 30 meses a cambio de que aumente sus reservas internacionales y reduzca el déficit fiscal, de 3% del Producto Interno Bruto en 2021 a 2,5% en 2022, 1,9% en 2023 y 0,9% en 2024.

En este sentido, el FMI ha elogiado las políticas económicas de Javier Milei en Argetina y dice estar satisfecho con el plan del mandatario porque «ha permitido avanzar más rápido de lo previsto en el restablecimiento de la estabilidad macroeconómica y reencauzar firmemente el programa» crediticio iniciado hace dos años, afirmó el lunes a través un comunicado oficial.

La organización subraya, sobre todo, «el primer superávit fiscal trimestral en dieciséis años, la rápida caída de la inflación, el cambio de tendencia de las reservas internacionales y una fuerte reducción del riesgo soberano». Un superávit logrado con miles de despidos y el deterioro de salarios y jubilaciones en un país que atraviesa una fuerte recesión económica, con una inflación que roza el 290% interanual.

Esta vez el cese de actividades no ha ido acompañado de una gran movilización, sino que ha estado enfocado en un parón genera en diversos sectores

La organización internacional considera asímismo que las autoridades argentinas «han realizado esfuerzos significativos para ampliar la asistencia social a madres y niños vulnerables, así como proteger el poder adquisitivo de las pensiones«. Mientras tanto, y desde que se puso al frente de la Casa Rosada en diciembre del año pasado, las protestas en las calles se suceden a raíz de su plan »motosierra« para recortar el gasto.

El Fondo afirma que haber llegado con Argentina a «un entendimiento sobre las políticas para seguir afianzando el proceso de desinflación, reconstituir las reservas internacionales, apoyar la recuperación y mantener el programa firmemente encauzado«.

El acuerdo queda sujeto a la aprobación de la dirección, que se reunirá en las próximas semanas. Si bien no precisa la cantidad del desembolso, fuentes del FMI confirman a AFP que corresponde a la prevista en el programa, es decir casi 800 millones de dólares.

El cepo cambiario
Los resultados son «mejores de lo esperado», pero «es necesario que continúen realizándose esfuerzos para mejorar la calidad y la equidad de la consolidación fiscal, afinar los marcos de política monetaria y cambiaria, así como atender los cuellos de botella para el crecimiento», estima el ente financiero.

Por ello, expertos del FMI y el equipo del ministro de Economía argentino Luis Caputo han acordado metas para avanzar en las reformas. En este sentido, se mantiene el objetivo de alcanzar el equilibrio sin financiación neta del banco central, reducir los subsidios y reforzar el control del gasto.

También se estima que las reformas actuales «cuidadosamente secuenciadas servirán para apuntalar la recuperación económica» y solventar los obstáculos a la productividad, la inversión privada y el empleo formal. Aseguran, además, que la política monetaria «evolucionará» para bajar la inflación y la cambiaria «se hará más flexible».

Milei quiere levantar en cuanto pueda el llamado cepo cambiario, es decir, un control de cambios vigente desde 2019, que limita el acceso a dólares en un país con inflación históricamente alta en el que la divisa estadounidense oficia de valor refugio para los ahorros. Pero, para eso, calcula que necesita alrededor de 15.000 millones de dólares más (aparte de los acordados en el programa crediticio). El FMI no ha dicho que vaya a prestarle más dinero.