La izquierda catalana y su fijación con Sílvia Orriols
La posibilidad de que Aliança Catalana entre en el Parlament y el eco mediático que está consiguiendo ha aumentado la bilis de la izquierda hacia esta formación. Sus detractores han roto el silencio en torno a Silvia Orriols cuando ya no han tenido más remedio. Y han pasado de ignorarla a hablar de ello en todo momento hasta la obsesión y recurriendo a lugares comunes como la extrema derecha, el racismo y el fascismo.
Un representante fiel de esta obsesión es Jordi Borràs, fotoperiodista especializado en grupos de extrema derecha en Cataluña. Estos últimos días ha arremetido varias veces contra Sílvia Orriols y su partido. Para él, que le entrevistan en medios españoles porque los catalanes no quieren es “una pinza del ultraespañolismo y la Aliança Catalana” para perjudicar al independentismo.
Después, a raíz de la entrevista en Silvia Orriols en El café de Ideas de TVE, acusó a la televisión pública de “normalizar el odio” y preguntó “a qué interés obedece promocionar este partido”. No acaba aquí la cosa, porque después se hizo eco de una agencia de verificación según la cual Silvia Orriols mintió sobre los inmigrantes. “La extrema derecha inocula miedo a la sociedad manipulando y mintiendo”, ponderó Borràs, “y ese miedo se convierte en odio”.
Cordón mediático y obsesión contra AC
La obsesión de la izquierda crece a medida que mejoran las expectativas del partido de Sílvia Orriols y su atracción mediática. Los medios públicos catalanes y la prensa subvencionada hace tiempo que silencian a Aliança Catalana. Las agencias de verificación financiadas por el Govern contribuyen a estigmatizar la imagen de esta formación, que pese a todo ha logrado en tiempo récord romper el tabú de la inmigración y marcar el debate público en Cataluña.
No es extraño pues que cuando Jordi Borràs denuncia una supuesta operación española contra el independentismo, le reprochen el silencio mediático en Cataluña. “Si ningún medio de comunicación catalán ni TV3 son capaces de entrevistar a Sílvia Orriols, es legítimo que se deje entrevista por quien tiene interés”, afirman. Borràs responde con su actual soberbia, menospreciando a los que no piensan como él sin dar un solo argumento sólido.
Como otros muchos detractores de Sílvia Orriols, Jordi Borràs ha incrementado la fama al calor del Proceso. Hermano del subdirector del Diari Ara, Borràs ha sabido conectar con la élite procesista para acabar viviendo de las colaboraciones con medios públicos y subvencionados. Desde su posición privilegiada ejerce como nadie esta clase de superioridad moral tan extendida en Cataluña, dictando lo que es fascismo y lo que no y despreciando cualquier posición que salga de la ortodoxia.
ERC y Nació Digital se suman a la ofensiva
La semana pasada estalló también la polémica por la descalificación de un cartel de la Fiesta Mayor de Ripoll donde aparece una niña con velo islámico. Los medios catalanes se apresuraron a dar su particular visión sesgada, calificándolo como veto y censura. Políticos de la izquierda como la dirigente de ERC Teresa Jordà se sumaron a las críticas, aunque recibieron varias sascas por ello.
La alcaldesa de Ripoll le recordó la imagen de mujeres encerradas tras una valla a finales del Ramadán en Lleida. “Formas parte de un gobierno que nos hace recular a la edad media, yo de ti evitaría dar lecciones a la alcaldesa de Ripoll”, respondió Orriols en Jordà. También le recuerdan que en Ripoll se ven niñas tapadas de arriba a abajo.
El diario cercano a ERC Nació Digital se ha sumado a la ofensiva contra Orriols, con un artículo titulado “Gestionar la extrema derecha” . Quien lo firma es Ferran Casas, que repite los tópicos más utilizados contra Aliança Catalana y Sílvia Orriols. Casas es subdirector de Nació Digital y pertenece al Grupo de Periodistas Ramon Barnils al que también pertenece Jordi Borràs, cerrando así el círculo.
Ante tan iinaguantable situación una especie de “Nación Prozac” será lo siguiente…
Orriols es valiente