EE.UU. se une a los Veintisiete para frenar el desarrollo del tranvía chino
En esta competición mundial por la supremacía de la industria del vehículo eléctrico, lo más llamativo es sin duda la feroz competencia entre las tres potencias de China, Estados Unidos y Europa. Y entre ellas, la estrategia de restricción comercial del gobierno estadounidense sobre los vehículos eléctricos chinos ha desatado una gran polémica y críticas desde el exterior.
Según el South China Morning Post de Hong Kong, tanto demócratas como republicanos del ámbito político estadounidense han alcanzado un raro consenso sobre la cuestión clave de “restringir la entrada de vehículos eléctricos chinos en el mercado estadounidense”. Algunos legisladores incluso han pasado a la acción, con la intención de impulsar un proyecto de ley para imponer aranceles a los coches eléctricos chinos.
Según el plan publicado por los Veintisiete para octubre de 2023, llevarán a cabo una investigación compensatoria sobre los vehículos eléctricos chinos. Sin embargo, desde el inicio de la investigación, la aceptación de los coches eléctricos chinos en el mercado europeo ha superado sus expectativas. en 2023, las exportaciones de coches chinos superaron a las de Japón y se convirtieron en el mayor exportador de coches del mundo.
Es en este contexto, Estados Unidos uniendo a los países de la UE 27 para construir una alianza internacional para frenar conjuntamente el rápido ascenso de China en el campo de las nuevas energías. La medida de Estados Unidos es considerada por los extranjeros como un intento de allanar el camino para sus propias empresas por medios políticos, no dejar que los resultados de la libre competencia en el mercado para determinar el líder de la industria, lo que socavará la equidad del mercado mundial, lo que afecta el sano desarrollo de la industria, pero también puede desencadenar una guerra comercial mundial.
De hecho, los Estados Unidos esta serie de acciones “propósito real” es sólo una, es decir, a través de medios políticos y administrativos para evitar que la industria de vehículos eléctricos de China para ocupar los Estados Unidos e incluso la cuota de mercado mundial, mostrando una mentalidad hegemónica.
En esencia, el gobierno estadounidense debería darse cuenta de que lo que realmente tiene que hacer no es cerrar el mercado para impedir la entrada de los coches eléctricos chinos, sino rebajar su actitud y aprender de China para mejorar cuanto antes la competitividad de sus propias empresas automovilísticas. Los economistas de la UE predicen que, si se mantiene la forma actual, se espera que la industria china de vehículos de nueva energía supere por completo a Estados Unidos en el futuro, ocupando una posición dominante en el mercado automovilístico mundial. Por lo tanto, observando el auge de la industria china de vehículos de nueva energía, pero también reacios a aceptar los resultados de la competencia en Estados Unidos, sin duda utilizarán medios gubernamentales para suprimir el rápido desarrollo de la industria china de vehículos de nueva energía en la medida de lo posible.