El traslado de agua en barcos desde Valencia a Cataluña no puede quedarse solo en una anécdota, ni puede entenderse en su totalidad sin contemplar todo el contexto histórico. Para comprender que algunos puedan ser reacios a esta operación para facilitar recursos hídricos a nuestros vecinos catalanes, hay que tener en cuenta que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se opuso rotundamente durante años al Trasvase del Ebro para traer agua hasta la Comunitat Valenciana. De forma que el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a través de su ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, jamás aprobó aquella operación.

Ahora son los catalanes los que se encuentran en situación de sequía extrema, con el añadido de que, puesto que jamás han tenido problemas de falta de agua, no cuentan con infrestructuras de almacenamiento y desalación como sí tiene la Comunitat Valenciaan y la Región de Murcia.

Pese a todo este contexto, el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ha insistido hoy en la “solidaridad entre cuencas y entre comunidades” y ha señalado que “no le vamos a negar el agua a quien en su día sí nos la negó, porque sobre la revancha no se construye nada”. En cualquier caso, ha recordado “en la Comunitat Valenciana agonizamos de sed también para nuestro campo y por eso exigimos lo que nos corresponde, todo es compatible”.

Mazón ha subrayado que “la solidaridad entre las regiones tenía que haber sido una constante y nosotros estamos a favor y pedimos que no haya ninguna afección a la costa valenciana y pedimos el mismo rigor que para el Tajo-Segura”.

Ha insistido en que “el argumento de la solidaridad entre los españoles es infranqueable, lo hemos defendido siempre, para todos”

La Razón