(Reproducido) Quedan dos semanas para que los gallegos acudan a las urnas a elegir a su nuevo presidente. El candidato del PP, Alfonso Rueda, juega a todo o nada. Necesita una mayoría absoluta para reeditar un Gobierno de su partido y evitar que BNG y PSOE alcancen un pacto que les permita hacerse con la Xunta. Rueda pide a los gallegos que piensen en el «voto útil» y reclama una política con sentidiño tanto para Galicia como para el resto del país.

–Estamos a dos semanas de las elecciones, ¿es aún más difícil presentarse a unas elecciones sabiendo que necesita mayoría absoluta?

–Si la izquierda puede unirse, lo va a hacer. Siempre ha habido esa posibilidad. No es una presión porque tengo claro el reto y es la única forma de gobernar.

–Vivimos un momento, a nivel nacional, muy importante ¿Cree que la amnistía afectará negativamente al PSOE en estas elecciones?

–No hay partido más sucursalista de su sede central que el PSOE gallego con Ferraz. Los gallegos observan lo que está pasando en Madrid y ven como están absolutamente secuestrados por el independentismo y el nacionalismo catalán y vasco y saben que, si gobernase aquí la izquierda, sería exactamente igual. Estoy convencido de que eso va a influir.

–Usted dice que los gallegos miran lo que ocurre en Madrid ¿Cree, entonces, que Feijóo puede beneficiarle a usted?

–Sí, lo he dicho siempre. Feijóo ganó aquí cuatro veces la absoluta y, por lo tanto, es un activo que suma. Los gallegos le conocen bien. Siempre que pidió la confianza, la tuvo. En la campaña estará en Galicia, como él dice, como un afiliado.

La campaña la hemos diseñado desde aquí y cuando él era candidato exigía al partido lo mismo. Estará él y estará Mariano Rajoy y para mí es una honra. Es todo lo contrario a lo que pasa con Pedro Sánchez, que siempre que viene hace los mítines, prácticamente, blindados.

–¿Qué margen hay de mejora en Galicia?

–En general creo que tenemos una buena gestión. Creo que fallos garrafales no hemos tenido. Aún así hay que estar siempre en proceso de mejora y de escucha y la gente que me conoce sabe que soy el primero dispuesto a escuchar y a rectificar. No me cuesta nada rectificar si creo que lo puedo hacer mejor.

–¿En qué momento está el PP de Galicia después de un cambio de líder?

–Yo creo que tuvimos un momento un poco de vértigo cuando hubo que hacer la sucesión, en apenas dos semanas, cuando Feijóo se fue a Madrid. Bueno, pues podía salir muy bien o muy mal. Creo sinceramente que salió muy bien. Creo que el partido está más unido que nunca, más movilizado que nunca, más concienciado de lo que nos jugamos y más capaz de visibilizar que la alternativa es o estamos nosotros o estará un gobierno de izquierdas. Esto sería imposible si el partido no estuviera en un momento óptimo. Sería imposible conseguir una mayoría absoluta y yo creo que la vamos a conseguir.

–¿En qué se diferencia el PP de Galicia del resto del partido?

–Si algo nos caracteriza al PP gallego es que se mimetiza y es el partido que más se parece a Galicia. Se mimetiza con la gente, con ese sentimiento de identidad muy fuerte. Si usted le pregunta a los gallegos, le dirán que se sienten tan gallegos como españoles. Aquí no queremos ni nacionalismos, ni independentismos, ni estar todo el día mirando a Madrid. Además, tenemos una enorme implantación territorial. No verá ningún concello donde no haya un representante del PP.

–¿En qué se diferencia, entonces, el galleguismo del nacionalismo, por ejemplo, catalán?

–Está clarísimo. Nosotros no tenemos ninguna intención de dejar de formar parte de España. Todo lo contrario.

Creemos que España nos enriquece. La necesitamos tanto nosotros a España como España a nosotros. El nacionalismo es excluyente, se cree autosuficiente, no le hacen falta los demás y se cree que para para seguir creciendo hay que quitarles a los otros lo que les corresponde.

–Su Gobierno y su partido tiene un plan para potenciar el uso del gallego en las aulas. ¿No supone eso una marginación del español?

–Hubo en Galicia un bipartido que duró solo cuatro años y hubo muchas razones, aparte de su mala gestión del día a día.

Uno de los grandes errores fue utilizar una lengua que nosotros consideramos una riqueza, como algo excluyente. Es un orgullo conocerla y potenciarla, pero no puede ser un signo de identificación política ni se puede excluir a los que no la hablan. Aquí hemos fomentado el bilingüismo armónico porque las dos lenguas tienen que crecer en conjunto.

Hemos fomentado el bilingüismo armónico porque las dos lenguas tienen que crecer en conjunto

–Las encuestas no dan ningún escaño a Vox pero, ¿es un partido con el que usted podría pactar?

–Ni me lo planteo. A día de hoy Vox no tiene posibilidades de tener ningún escaño. No vamos a perder el tiempo en pensar en esa posibilidad. Lo que sí creo que es importante es remarcar el voto útil y que la gente que vote a Vox que sepa que eso le va a restar capacidad al PP y se la va a dar a un gobierno de izquierdas.

–¿Y con el PSOE si Besteiro les propusiese un pacto de gobernabilidad?

–Hemos tenido muchas oportunidades de llegar a esos pactos y el PSOE le ha puesto un cordón sanitario al partido que gana las elecciones siempre que ha podido. Hay casos en ayuntamientos donde han faltado cinco o diez votos y el PSOE ha preferido darle el gobierno al nacionalismo del Bloque. Por lo tanto, tampoco voy a perder el tiempo pensando en qué podría pasar en unas autonómicas. Si no tengo mayoría absoluta, no podré gobernar.

–¿Qué le pasaría a Galicia si gobernase el BNG?

–Lo que ya estamos viendo en España. Un chantaje continuo de los independentismos que son los que ahora mandan en España. Creo que a España le iría muy bien una política tranquila y de sentidiño. Y creo que Galicia perdería muchísimo si lo que estamos viendo en España, se trasladase aquí.

–Uno de los grandes problemas en Galicia es la falta de natalidad. Su Gobierno ya aprobó medidas, pero, ¿cuáles son los planes a futuro?

–Seguir con las escuelas infantiles gratuitas o el tratamiento fiscal porque, todo eso ayuda. Además, tenemos la enorme oportunidad de tener a muchísimos gallegos de origen o descendientes de gallegos de origen que un día estuvieron aquí y que cuando se fueron siguieron teniendo esa identidad de la que hablaba antes. Y por lo tanto hay mucha gente viviendo en muchos sitios, gente joven sobre todo, que quiere venir a Galicia si le damos la oportunidad.

Llevamos ya años con una estrategia que se llama Retorna y que ha servido para algo tan fundamental como que por primera vez el año pasado, el saldo de población de Galicia fue positivo. Es verdad que hubo más muertes que nacimientos pero lo hemos compensado con toda esa gente que vino aquí.

–Pero la natalidad seguiría siendo un problema.

–Bueno, no tanto. Porque la gente que viene tiene una media más alta de hijos. Es una forma de empezar.

–Fraga implantó medidas tan populares como el Xacobeo o Galicia Calidade y Feijóo tuvo una presidencia basada en la gestión. ¿Cómo calificaría la suya?

–Mucha gente esperaba que cuanto tomase posesión iba a dar un vuelco y hacer una enmienda a la totalidad. Sería absurdo porque yo fue el vicepresidente de Feijóo durante más de diez años.

Después, hay que ir innovando y estamos preparando el Xacobeo siguiente que es en 2027 aprendiendo de todo lo de estos años. Además, hemos hecho una apuesta por el turismo enorme. Tenemos también una enorme oportunidad en energías renovables. Estamos pegados a la costa, tenemos viento y tenemos agua. Además, estoy muy orgulloso porque vamos a cerrar el ciclo de la educación pública gratuita ofertando, a todos aquellos que aprueben curso por año, que no les cuesten las matrículas a las universidades.

–A días de las elecciones se va a enfrentar a una manifestación por la sanidad pública impulsada por partidos y sindicatos ¿Cuál es el gran problema de la sanidad en Galicia?

–Esa manifestación la definiría de una forma clara. Estamos en campaña electoral y el PP va a hacer mítines y actos políticos. La oposición va a hacer esa manifestación como un acto, absolutamente, político. Veo muy poco interés realmente por la sanidad y mucho interés por sacar rédito político. Cuando oigo esas soluciones milagrosas que van a acabar en tres meses con todos los problemas de la sanidad, creo que la gente al final se los toma muy poco en serio.

–¿Cómo perjudican las cesiones al separatismo por parte de Sánchez a los gallegos?

–Ya hicimos el primer cálculo y la condonación de deuda que les prometieron costará 400 euros a cada gallego. Le pedimos a Sánchez una conferencia de presidentes para que hable con todos y no quiere.

–¿Está acabada la crisis de los pélets?

–Nosotros tenemos a gente en las playas recogiendo, prácticamente, nada pero es nuestro deber. Lo que la crisis de demagogia, la crisis de un intento de comunicación para sacar rédito electoral, de exageraciones, de intentar hacer ver que toda la culpa era de la Xunta de Galicia cuando la Xunta de Galicia fue una víctima más de la falta de un gobierno de Pedro Sánchez que lo sabía todo desde el primer día y no avisó absolutamente nada. Creo que todo eso sí que se acabó. Y creo que la gente ha tomado nota de cómo intentaron montar otro Prestige. Nosotros vamos a seguir limpiando hasta que no quede un solo pélet.

El Debate