¡Ha quedado clarísimo!. Han tragado con los desaires del cabestrero Sánchez, que en su discurso de investidura ni los ha nombrado, ni como socios ni como ninguna otra cosa. Se ha limitado a explicar sin mirarlos, que la Amnistía de la que ellos presumen ha sido un «perdón» no el logro político que ellos pretenden vender. La única reacción a este importante ninguneo ha sido el careto descompuesto de la desaborida de Miriam Nogueras, que en un ataque de soberbia, llamó a consultas a su interlocutor, y se las tuvo que tragar todas – ¿dónde vas, alma de cántaro? si no pasáis sin los sueldecitos y las dietas.

No solo hizo el ridículo Miriam Nogueras, sino que el – ya ridículo cabestro Rufián – la tapó absolutamente con su teatro chulesco desde la tribuna, intentando asustar a su nuevo jefe, Pedro Sánchez. Todos estos ya son unos mamanabos más, del hábil cabestrero que tenemos por presidente.

Los catalanes también se venden. Como todos.

Pero tiene mucha lógica; entiendo que los votantes independentistas llegasen a creer, que lo que les estaban contando se iba a anunciar con detalle en este discurso de investidura, pero el nuevo jefe de sus politicuchos, los ha despreciado soberanamente. Lo mejor que les ha podido ocurrir a estos votantes es enterarse de que madera están hechos sus votados; les tenemos que dar la bienvenida al club. Son igual de mamanabos.

Vivimos un momento tan ridículo para toda la izquierda y la pseudo derechona vasca y catalana, que tienen que apoyar a su Jefe Sánchez, en asuntos como hacer entender a los suyos, que lo de amnistiar a los políticos es progresismo. ¿Será igual de progresista lo de sacar a la calle a los violadores? ¿quizás lo de pagarle los escoltas a un huído de la justicia, mientras la «Asociación Española Contra el Cáncer tiene que mendigar en todos los pueblos de España?. ¿Será progresismo eso de que los vascos y catalanes administren su Seguridad Social y regulen sus pensiones, y el resto no?. ¿Es progresista lo de pagar traductores en el Congreso de los Mamanabos, cuando hay en España cada vez más familias en el umbral de la pobreza? o ¿será más progresista darles los cercanías a los catalanes y a los demás no? . . . bueno, lo dejo así.

¡Qué me han gustado a mi los términos progresista y liberal y este tío se los ha cargado!.

Los socialistas que se han dado cuenta de la farsa Sánchez y lo han hecho público con sus declaraciones, deberían explicarles a sus votantes, que eso no es progresismo, que eso es una fechoría. Que les digan, que su presidente ha pactado con la ultraderecha de verdad – con la de Puigdemón – y con el Supremacismo vasco – con esos que se creen superiores a ellos y los valoran como flojos españolitos que están mantenidos por las industrias catalanas y vascas. Que ha pactado con esos elementos que padecen un enorme complejo de superioridad, que se reconoce por el síntoma de querer siempre llamar la atención y buscar constantemente la admiración y el reconocimiento de los demás, a la vez de pensar, que nunca reciben lo suficiente de los demás. En realidad, detrás de un complejo de superioridad existe un marcado complejo de inferioridad que se pretende esconder a toda costa – además son gilipollas -.

Pues en manos de estos enfermos nos ha postrado este PSOE, y le siguen votando.

Sánchez se ríe en la cara de todos nosotros.