Es un dulce efímero pero esperado por muchos madrileños. Los más castizos, pero problablemente, también los más golosos. La capital siempre encuentra una creación repostera para sus fiestas y, la de su patrona, no tuvo una hasta el año 1993. La primera corona pastelera de la Almudena fue consagrada en la Catedral de Santa María de la Almudena y para cuya conmemoración el pastelero artesano Pedro Blanco elaboró este nuevo postre en su obrador de Vallecas. La idea, sin embargo, venía de lejos. Junto con Blanco,Víctor Sanz y Francisco Sobrino crearon el postre en 1978.

Pese a su parecido con el roscón de Reyes, la corona de la Almudena es una pieza de bollería con receta propia (mantequilla, huevos, agua, harina, azucar, sal y levadura), aromatizada con zumo de naranja o licor y rematada con rellenos de crema pastelera, nata montada o trufa. Algunas pastelerías meten una pequeña figura de la Virgen entre la masa o la ponen fuera del dulce. Lo más frecuente es que se adorne con una corona de cartón dorado.

Durante estos días próximos a la fiesta de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, el sector estima que se consumirán unas 230.000 piezas, equivalentes a más de 100.000 kilos de este dulce. La Comunidad de Madrid ha celebrado este año la primera edición del concurso «Las Mejores Coronas de La Almudena 2017», organizado por la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería de la Comunidad de Madrid junto con la asociación de personas con discapacidad Apsuria.

Las mejores coronas de la Almudena

El reconocimiento de este primer concurso ha recaído en once pastelerías madrileñas:

«América» (Atocha, 77)

«Cala Millor» (Fermín Caballero, 70)

«Horno Castellano» (Ascensión Bielsa 3)

«Horno San Onofre» (San Onofre, 3)

«La Oriental» (Ferraz, 47)

«Pastelerías Lazcano» (Nuria, 51)

«Mallorca» (Serrano, 6)

«Pastelería Mifer» (Virgen del Coro, 15)

«Vait» (Alcalá, 54)

«Pastelería Valle de Olid» (López de Hoyos, 110)

«Viena Capellanes» (Condesa de Venadito, 14)