Álvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada.- Desde Hispanoamérica y el resto del mundo, contemplamos con estupor incrédulo la traición que perpetra la organización PSOE y sus aliados a España.

Contemplamos al mal hijo apuñalando a quien se lo dio todo, empezando por la propia vida.

Llevo cuatro años fuera desde 2019 que inicié mi actual expedición marítima alrededor del mundo, pero España permanece siempre dentro del alma de sus hijos, como permanece siempre una madre a la que se respeta y ama de manera incondicional.

La tristeza derivada de la traición a España es tan intensa y profunda, que está afectando al ánimo y quehacer diario de todas las personas que sentimos el natural compromiso de lealtad a la Patria.

Quienes ejercen la felonía y quienes les dejan hacer, comparten la culpa. Acción y omisión son caras de la misma moneda de traición.

Por eso, todos los españoles conscientes de la situación límite actual, estamos obligados a asumir nuestra ineludible responsabilidad personal y levantarnos ¡AHORA! en defensa de la Libertad, hoy quebrantada y usurpada por el todavía presidente del gobierno en funciones; el truhán manipulador y estafador que perdió las últimas elecciones generales, igual que perdió TODAS y cada una de las convocatorias electorales a las que ha concurrido en su desleal y perniciosa existencia.

La frágil democracia española se muestra titubeante, débil e incapaz de protegerse contra el proceder criminal de un individuo sociópata aspirante a dictador, que está logrando violentar la Constitución para dinamitarla. Igual hicieron Chávez o Hitler y también parecía imposible…

Esta es la desventurada realidad que acontece de forma impune ante nuestra atónita mirada, dejando patente una bochornosa y flagrante cobardía colectiva disfrazada de pretendida impotencia.

En el reciente día del juramento de nuestra magnífica Princesa de Asturias, todos los españoles pudimos ver en directo “los poderes del Estado” hoy fagocitados por el sátrapa del Estado. Las risotadas y conversaciones clandestinas del farsante con la contumaz presidenta del Congreso tapándose ámbos la boca, o la actitud tenebrosa del doblemente zarrapastroso y vendido presidente del Tribunal Constitucional, lo mostraba todo a todos, todo el tiempo…

Revivimos los 30, muy parecida aquella amnistía al genocida anticatalán Companys por aquel psoe antecesor del actual, que promovió todos aquellos golpes de estado, robo de elecciones, frente popular y la contienda fratricida que provocó calculando vencerla fácilmente. Gracias a Dios, la España que permanecía adormecida despertó, luchó, venció y reconstruyó.

Hoy, igual que ayer, los mismos intentan lo mismo. Les anima la fútil obsesión de vencer ahora a través del falso relato, lo que no supieron vencer entonces. De ahí sus odios enfermizos, la profanación de tumbas y esa antidemocrática y artera “Imposición Histórica” disfrazada de ley con la que pretenden justificar una legitimidad que jamás les acompañó y jamás obtendrán por la fuerza de su falaz imposición antidemocrática.

Nosotros seguiremos perdonando y acogiendo, sabiendo conocer y defender la verdad para que jamás se repita hoy o mañana, todo lo que partió España ayer.

Por todo ello, ahora se necesita recuperar nuestra Democracia que ya sólo se puede defender en nuestras calles y con nuestros recursos económicos que no podemos seguir cediendo y confiando de buena fe a quien los usa con mala fe y en contra del interés general del pueblo, la Democracia, la Ley y la Libertad.