El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo

El PP prepara ya la estrategia con la que pretende obstaculizar en la medida de lo posible el camino que el Gobierno parece decidido a transitar con el fin de satisfacer las demandas del independentismo catalán y permitir así que Pedro Sánchez continúe cuatro años en la Moncloa. Los populares reúnen mañana a la plana mayor del partido con dos objetivos a la vista: comenzar a armar una ofensiva contra la ley de amnistía que el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha puesto encima de la mesa como condición para el apoyo de Junts al líder socialista y, al mismo tiempo, coordinar ya un plan para la investidura de Alberto Núñez Feijóo del próximo 26 y 27 de septiembre.

Génova es consciente de que el líder popular se enfrenta a una misión sin visos de fructificar en la cita de dentro de dos semanas en el Congreso. También de que la voluntad del PSOE respecto a las exigencias de Puigdemont no es otra que la de alcanzar un acuerdo, tal y como vienen deslizando -aunque sin mencionar la palabra “amnistía”- distintos ministros. Pero lo que supondría hacer efectivo ese acuerdo y hallar una fórmula para poner el contador a cero de los responsables del 1-O les obliga a trazar ya un plan para ofrecer una respuesta “judicial, política y electoral”.

Así lo aseguraba ayer el líder gallego en una entrevista en ‘La Razón’, donde aseguraba que “habrá que valorar cuáles son los mecanismos ante el Supremo para reaccionar”. Por ello mismo, en el cónclave de hoy en Génova una de las máximas será la de abordar las herramientas al alcance para tratar de tumbar una eventual ley de amnistía en los tribunales o evitar que incluso llegue a aprobarse.

Una tarea para la cual el líder gallego pretende implicar a los barones territoriales del PP, los cuales también asistirán a Génova. El acercamiento que intentó Feijóo con los nacionalistas -primero con el PNV y después con Junts- ha sido lo único que, desde el 23-J, ha motivado cierto ruido interno, por parte de algunos dirigentes autonómicos. Pero el cierre de filas con Feijóo es total, más aún después de que este haya abandonado cualquier intento de reunirse con los postconvergentes tras las exigencias de Puigdemont y de que la posibilidad de la amnistía sea cada vez más real.

Los populares también evaluarán cuál es la mejor forma de desmontar el relato que, sostienen en Génova, Sánchez lleva semanas fabricando con el fin de tapar las cesiones que, a su juicio, se van a realizar al independentismo. Es previsible que el PP, que hasta ahora ha buscado poner en evidencia a Sánchez tirando de hemeroteca, trate de redoblar la presión aludiendo a la postura manifiestamente en contra de la amnistía de veteranos dirigentes socialistas.

Además, Feijóo se enfrentará en dos semanas a una investidura en la que, a pesar de estar llamada al fracaso, echará el resto para tratar de poner en evidencia a Sánchez. El partido, que sigue con su ronda de contactos, espetaba ayer a la líder de Sumar, Yolanda Díaz, “tener tiempo para hacer de mediadora con un prófugo de la justicia” -en referencia a Puigdemont y la reunión de ambos en Bruselas-, y no aceptar un encuentro con Feijóo. Lo hacía en una misiva remitida por Cuca Gamarra, secretaria general del PP, a la portavoz parlamentaria de la coalición, Marta Lois, en la que le propone un encuentro pero aclara que, en caso de aceptar, no sería recibida por la propia Gamarra, sino por el secretario general del grupo parlamentario, Carlos Rojas.