FP.- En los últimos días, hemos sido testigos de un lamentable episodio de incoherencia política por parte del partido VOX en relación con el incidente del beso durante la celebración de la final del Mundial Femenino. Este caso revela una falta de coherencia en sus principios y plantea interrogantes sobre la integridad de su posicionamiento político.

Punto 1: La Defensa de la Presunción de Inocencia:

VOX ha defendido en repetidas ocasiones la importancia de la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario en un tribunal de justicia. Sin embargo, su rápida condena pública del presidente de la federación española de fútbol contradice este principio fundamental. La falta de una condena judicial y la evidencia de que el beso es más que probable que pudo ser consentido deberían haber llevado a un enfoque más cauteloso.

Punto 2: Uso Político del Feminismo:

El feminismo es un tema importante que debe abordarse con seriedad y respeto hacia los derechos de las mujeres. La decisión de VOX de abrazar una narrativa que desvió la atención del público de cuestiones críticas, como la independencia de territorios y los problemas económicos, en lugar de promover un diálogo informado, es un ejemplo de uso político oportunista en lugar de un compromiso genuino con la igualdad de género.

Punto 3: Cambio de Postura y Descontento Interno:

El caso se volvió aún más intrigante cuando portavoces de VOX Zaragoza (tiene que ser aprobada por el CAP) emitieron una declaración institucional en el Ayuntamiento de Zaragoza y en la Diputación de Zaragoza que adoptaba de manera sorprendente las posturas del feminismo radical. Sin embargo, este giro drástico en su postura inicial generó críticas significativas tanto de sus seguidores como de simpatizantes en todo el país. Este cambio repentino plantea preguntas sobre la coherencia y la dirección ideológica del partido, así como sobre su capacidad para mantener una posición política sólida.

Conclusión:

El caso del beso en el Mundial Femenino ha expuesto una falta de coherencia en el posicionamiento político de VOX. La rapidez con la que abandonaron sus principios de presunción de inocencia y el uso oportunista del feminismo socavan la credibilidad del partido en asuntos importantes. La política debería basarse en la integridad y la coherencia, no en la conveniencia política momentánea.

Pd. “La voz del sentido común es una que debería resonar con claridad y constancia, no cambiar de tono según las modas políticas del momento. VOX, en su búsqueda de representar a la gente que anhela un cambio, ha perdido de vista su propio norte al ceder ante la presión de las tendencias populistas. En lugar de ser una roca firme en la tormenta de la política actual, parecen más una hoja a la deriva en el viento. La verdadera alternativa es aquella que se mantiene fiel a sus principios, incluso cuando la tentación de la popularidad momentánea se presenta. VOX tiene mucho que reflexionar si pretende recuperar su lugar como la voz del sentido común.”