Fernando Fernández Pradilla.- Esa sociedad a la que la televisión vendió las vacunas experimentales para un virus tan mortífero que acabaría en el fin de la humanidad, humillada con bozales y test para imbéciles, y entregando a sus hijos a una vacunación experimental, casi obligatoria, si no es por una pequeña parte de la población que aún disiente de todo lo que nos está pasando y por venir.

Una sociedad que bala como las ovejas cuando sus amos les hablan del cambio climático, antes calentamiento, antes enfriamiento y mucho antes agujero de la capa de ozono, que por arte de magia desapareció de un día para otro.

Esa masa de borregos a los que abducen con Ucrania, con que hay que comer insectos, con que los coches son malos, mientras ven programas aberrantes y leen chorradas en sus teléfonos, mientras son presa de la inflación galopante, y mientras sus gobernantes se cagan y se mean encima de ellos cuántas veces les viene en gana.

Toda esa chusma, toda esa masa putrefacta es la que quieren eliminar haciendo que coma insectos, convenciéndola de que un animal debe tener más derechos que un hombre y de que el marxismo sea la nueva biblia en cada casa.

Mientras tanto, en China y en la India, así como en Rusia, que aún hoy resisten a toda esta basura, la sociedad es tradicional; hombres y mujeres tienen sus papeles bien definidos y se defiende a las familias, esas que acabarán extinguiéndose en Occidente antes de que las mareas suban decenas de metros, se acabe el agua, deje de nevar en invierno y todos los tontos inútiles de los derechos y buenismos sean devorados por la invasión que está haciendo desaparecer al hombre blanco occidental.

Enhorabuena, y ahora para celebrarlo, balen conmigo y rebuznemos todos juntos en una sociedad igualitaria, paritaria y feminista.

¡IMBÉCILES!

P.D: Ante Vox, partido del NWO y de la agenda 2030 que se ha plegado al feminazismo, todo mi apoyo a Rubiales.