El diagnóstico, seguimiento y visualización de las lesiones está siendo clave para planificar nuevas terapias en las clínicas de fisioterapia. Sin duda, gracias a las nuevas tecnologías es mucho más preciso apurar el diagnóstico y planear una terapia casi a medida de cada paciente.

A día de hoy, son muchas las opciones que tienen las clínicas, entre las que se encuentran, por ejemplo, tal como explican desde Fised Therapy, las imágenes por resonancia magnética o tomografías computarizadas. Todas estas técnicas de imagen permiten obtener detalle del interior del cuerpo, lo que permite a los profesionales identificar de forma clara y precisa cualquier tipo de problema estructural y lesiones previas. Son muy útiles para el diagnóstico de las hernias de disco o problemas en los tejidos blandos.

También ha llegado para quedarse la ecografía, siendo una de las herramientas más habituales en las clínicas ya que permite visualizar el movimiento de los tejidos para poder evaluar su estado y plantear, en caso de necesidad, la inyección de medicamentos en lugares muy específicos.

El EMG busca, por ejemplo, medir la actividad muscular y suele ser usada para poder crear un mapa de la función neuromuscular. Es clave para evaluar la efectividad de los tratamientos de dolor crónico ya que permite identificar los patrones de activación muscular de forma clara.

Los sensores, acelerómetros, podómetros y demás aparatos permiten recopilar datos del movimiento de los pacientes. Es la mejor forma de poder ver cómo progresa el tratamiento y poder ajustar el mismo dependiendo de los resultados que se vayan obteniendo.

Este tipo de sensores y cámaras también permiten el análisis de marcha y postura para la diagnosis de trastornos biomecánicos.

Uno de los últimos avances está íntimamente relacionado con la Realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA). Se ha demostrado que pueden mejorar la motivación del paciente al proporcionar ejercicios interactivos y divertidos, además de ayudar en la recuperación funcional después de lesiones o cirugías.

Sin duda, pese a que el tratamiento manual no va a ser eliminado, la forma de diagnosticar y planificar las terapias sí que está modificándose al incorporar todos los avances a las clínicas. Una forma de seguir innovando y de dar un paso al frente hacia el futuro.