La persona elegida por Vox para formar parte del Gobierno de coalición en Extremadura al frente de la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, Camino Limia, preside una ONG que asume la Agenda 2030 y reconoce el cambio climático. También se guía esa asociación por las metas de organismos de las Naciones Unidas, como la FAO. Bien por error, bien por desconocimiento, los de Abascal han situado en Extremadura a alguien que preside una organización de carácter “globalista”, que rechaza los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas y que tampoco reconoce la emergencia climática.

Limia, que este viernes tomó posesión de la cartera en el gabinete que ha diseñado la nueva presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, es desde finales de 2021 la presidenta de la Asociación Mundial de Ganadería Sostenible, con presencia en 12 países, según su página en internet, aunque la web tiene numerosas lagunas y secciones sin completar.

La asociación promueve “la producción de alimentos de forma rentable, eficiente y sostenible”, se propone transformar el sector ganadero a través de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. Pero no solo eso, la organización asume el plan de acción de la ONU para erradicar la pobreza extrema, el hambre, combatir la desigualdad y el cambio climático y el Acuerdo de París, que Vox aborrece y tiene entre sus objetivos eliminar en caso de alcanzar el Gobierno el 23J.

De hecho, Vox rechaza la “imposición globalista de la Agenda 2030 por su perjuicio al sector primario” y considera que el Pacto Verde Europeo también es negativa para el campo por sus “prohibiciones y requisitos ”ambientales“.

Sin embargo, el fichaje de Vox en Extremadura dirige una asociación que pretende poner en valor a la ganadería y a los ganaderos, a la vez que defiende que la reducción del impacto ambiental del sector y la eficiencia en el consumo de recursos como el agua y la energía para hacer frente a la emergencia climática.

Con esta referencia sorprende que el partido de Santiago Abascal haya apostado por esta ganadera, que trabaja en una explotación familiar con más de 6.000 ovejas en Medellín (Badajoz), para ser la cara de Vox en el Gobierno de coalición de María Guardiola cuando en su formación hay fieles que apoyan el negacionismo climático. Entre ellos se encuentra la diputada por Cáceres Magdalena Nevado.

Nevado compartió en su cuenta de Twitter la lona que colgó Vox en un edificio del centro de Madrid en la que tiraba a la basura la Agenda 2030, el feminismo y la bandera LGTBI, que la Junta Electoral obligó a retirar. “Lo que tiramos a la basura es el fin de nuestra civilización. Quien lo ignora no es culpable, el sistema está diseñado para engañarnos”, es el mensaje que compartió.

Nevado ha estado en las quinielas para ocupar la cartera de Gestión Forestal y Mundo Rural, pero va de cabeza de lista de Vox en las elecciones al Congreso por Cáceres. Como su líder, Santiago Abascal y toda la cúpula de Vox, combate en sus intervenciones y desde sus redes sociales la Agenda 2030 con afirmaciones como que su propósito, compartido por PSOE y PP, es “mantener a la población en el miedo constante con guerra, clima virus…, maltratar, someter y controlar, empobrecer e incrementar el número de abortos”.

Camino Limia tendrá que a hablar con Nevado y clarificar la postura sobre la Agenda 2030 ahora que la abogada y ganadera es la nueva consejera del Gobierno de Extremadura. Desde su cartera tendrá responsabilidades en la gestión de la caza, pesca, toros y de los incendios forestales.

Precisamente sobre este último asunto ha dado pistas en sus colaboraciones en la radio Canal Extremadura, donde ha arremetido contra la protección de los montes: “Quienes vivimos en el mundo rural sabemos que el 90% de la culpa de estos incendios, que pueden llegar a calcinar nuestras dehesas y nuestros montes es la gestión equivocada de los mismos. La alta burocracia y las nuevas modas de unos montes y unos bosques que se miran, se pasean, se disfrutan pero que no se pueden explotar”.

Limia comenzó a tener relevancia, sobre todo en medios conservadores, tras subir varios vídeos a YouTube en los que descalificaba al ministro de Consumo, Alberto Garzón, por la polémica de la carne procedente de macrogranjas. En Facebook llegó a decir que el ministro era un “ignorante” y “un monigote al servicio de movimientos ecoterroristas”.

El Diario