Pasos para aplicarte la deducción por mejora energética en la declaración de la renta
El plazo para presentar la Declaración de la renta acaba el 30 de junio de 2023. Son muchas las personas que estos días tienen que ponerse manos a la obra para hacer frente a sus obligaciones fiscales y, por tanto, unos momentos en los que muchas preguntas se repiten.
Las más habituales están relacionadas con las deducciones fiscales que pueden convertirse en un menor pago a Hacienda e incluso la devolución de dinero. Un ejemplo es el de las personas que han conseguido un certificado energético por la realización de obras que hayan mejorado la eficiencia de sus hogares.
Todos los particulares pueden beneficiarse de esta posibilidad desde 2011. Y es muy interesante informarse correctamente sobre qué se necesita para que la Tesorería Pública tenga estos cambios en cuenta, ya que las deducciones pueden ser hasta del 60% de los pagos realizados en este tipo de iniciativas.
Qué tener en cuenta para lograr la deducción por mejora energética
Acudimos a la legislación española para comprobar qué textos oficiales explican las opciones que los ciudadanos tienen en este caso. Para ello hay que consultar la Ley 35/2006 del 28 de noviembre, en concreto en su Disposición adicional quincuagésima, referida a la deducción por obras de mejora de la eficiencia energética de viviendas.
En este texto se explica que la base máxima de deducción será de entre 5.000 y 7.500 euros anuales, dependiendo de las características de la reforma que haya sido precisa.
Además, se marcan una serie de requisitos mínimos, entre los que destaca el ya citado certificado digital.
Para confirmar que las ejecuciones realizadas sobre el inmueble han sido realmente favorables para la mejora de la eficiencia energética, el interesado tendrá que presentar dos certificados.
El primero debe ser previo a la realización de las obras, con un periodo de antigüedad máxima de hasta dos años. El segundo, tras llevar a cabo las reformas. Ambos certificados oficiales, expedidos por profesionales autorizados, son los que demuestran al organismo público la adaptación a los mínimos de eficiencia actuales marcados por España y por Europa y, por tanto, certifican que es posible “premiar” al contribuyente en su declaración de la renta.
Contener el gasto energético y mejorar el futuro
La preocupación por el aumento del gasto energético en los estamentos públicos y entre la sociedad es cada vez mayor. En un momento en el que el precio de la energía es desorbitado y que el medio ambiente está acusando los abusos de gasto descontrolado, se ha llevado a cabo un propósito internacional —especialmente a nivel de la UE— para generar una conciencia medioambiental y de reducción del gasto en el que estas deducciones de Hacienda tienen un protagonismo esencial.
Gracias a la mejora de la eficiencia de los edificios y casas, las familias españolas pueden reducir su gasto en aire acondicionado y calefacción, además de reducir sus emisiones energéticas.
Se podría decir que al pagar parte de las obras, el Estado trabaja mano a mano con los ciudadanos para mejorar el futuro de nuestra sociedad, “premiando” a los que optan por sumarse a este cuidado común del entorno.