Las pipiolas del tiempo y del furbo
Por Laureano Benítez.- Dicen las femis que el machismo es el responsable de la utilización de la mujer como un objeto bello, decorativo, en el sentido de que se explota su atractivo físico para vender más, para tener más audiencia, para conseguir más clientes, puesto que los machos libidinosos se emocionan ante la belleza de la hembra, y, ya se sabe, “tiran más dos tetas que dos carretas”.
El globalismo, siempre dispuesto a sembrar de alambradas las relaciones sociales, siempre estableciendo fronteras, barreras y divisiones, para que la sociedad se pelee entre sus clanes en vez de mirar hacia arriba; siempre alentando el “espíritu de belicosidad” para crear turbulencias sociales, siguiendo los dictados del siniestro Instituto Tavistock –el emporio de la ingeniería social– está haciendo una aparente guerra por acabar con la imagen estereotipada de la mujer como objeto bello, de la que se valora solamente su atractivo físico, y por eso ha emprendido una absurda campaña para acabar con las hermosas azafatas que daban los premios en la competiciones deportivas, una costumbre que viene desde la Edad Media, en la que las damas premiaban a los caballeros vencedores en las justas.
Pero, claro, “a Dios rogando y con el mazo dando”, y así vemos cómo la imagen de la mujer como objeto bello sigue y sigue apareciendo en los medios de comunicación controlados por ese globalismo supuestamente feminista.
Como ejemplo, basta echar una ojeada a los espacios de pronósticos del tiempo, que siguen a los telediarios, donde aparece un formidable elenco de vestales guapísimas anunciando borrascas y anticiclones, negando de paso los chemtrails. Resulta epatante comprobar que España es el país del mundo con más meteorólogas, dándose el caso de que todas son bellezones, aunténticas modelos, hechas más bien para la pasarela y los platós cinematográficos, pipiolas impresionantes, cuya belleza disminuye la negatividad de las sequías que anuncian, y de las mentiras que lanzan cuando dicen que los chemtrails son simples e inofensivas estelas de condensación.
Sin embargo, ahí tenemos a Roberto Brasero, uno de los poquísimos meteorológos que nos quedan en España, un tipo normal, que dista mucho de ser un pipiolo estilo “Isla de las Tentaciones”, aunque su apellido me pone un tanto nervioso, porque me parece que siempre nos va a anunciar olas de calor.
También anda por ahí un tal Mario Picazo, no sé dónde, porque como ustedes supondrán solo veo la tele por el rabillo del ojo en alguna cafetería.
También hay multitud de pipiolas en los programas deportivos, despampanantes bellezas que, en el caso de que sean periodistas, poco o muy poco sabrán de furbo y otros deportes. Es pasmoso que, en un país donde la inmensa mayoría de los cronistas deportivos son hombres, casi todos, ves que en los platós deportivos aparecen pipiolas atractivas, ocupando además la escena central del programa. Incluso en las retransmisiones en directo de las competiciones deportivas ves en el centro a la guapa de turno, escoltada por deportistas jubilados o por periodistas acreditados, cuya sabiduría deportiva queda eclipsada por el poderío físico de la pipiola. Parecerá machista decirlo, pero, aún admitiendo que en España todas las mujeres guapas estudian meteorología, ¿qué sabrá una chica bella de furbo?
En fin, que cada vez me acuerdo más de mi admirado Mariano Medina, el “hombre del tiempo” de la tele cuando Franco, un tipo normal, más bien feúcho, con sus gafitas, y que con una varita señalaba en un panel pegado a la pared los anticiclones y las borrrascas, en la España de los no-chemtrails.
Para ver tele solamente en las cafeterías … Va a unas horas muy raras, porque esas teruliss deportivas suelen ser nocturnas y bien nocturnas. Mucho vicio oculto tiene usted, o ve la tele más de lo quiere reconocer.
No todos nos acostamos a las nueve.
Váyase a esparragar y a ver la tele, y deje de decir chorradas
Lamentable artículo, no por el fondo sino por la forma: el autor nos quiere
restregar su cultura literaria usando hasta la hartura el repetido “pipiola”, palabro que no significa lo que él cree sino novel, novata, principiante…
Pero el corrector de estilo es un oficio ya extinguido. Qué pena.
Otro que se va al esparragar, y urgente, porque ya se terminan los espárragos por tanta majadería.
En Mejico, tambien son lindas:
Si los medios de comunicacion ponen a pivones para darnos el tiempo, o el “análisis de la jornada”, es porque los españoles lo quieren asi. las televisiones saben casi en tiempo real la audiencia que tienen.
Feas de cojones, todas, nano.
Otro parsena que se cree superior a los demás por decir que no ve televisión y decir que lee mucho, recuerde señor Benítez siempre habrá alguien que sepa más que usted en todo. Por supuesto ese no es un servidor que le habla. La humildad es un punto que cada día se practica menos
” recuerde señor Benítez siempre habrá alguien que sepa más que usted en todo”, cosa extremadamente fácil dada la “sapiencia” de Laureano.
Como esta el patio de majaderías!!!
Hablais de las pivas…unas buenorras de infarto…bueno…y que me dicen de los pives…feos…cretinos…y encima…coño…encima defendiendo que las estelas de los cielos las producen aviones comerciales y que no se cambia el clima (v.gr. La Sexta y A3, esta última con el tío ese de apellido Brasero). En fin…paso de ellas y ellos…