James Howard Kunstler.- “Los psicópatas y narcisistas no son “enfermos mentales”, simplemente son personas horribles, y empeoran con la edad, en lugar de mejorar” – Aimee Terese

Ahora que el hechizo de la locura transexual se ha desvanecido​ (l​a idea de que la angustia emocional de una persona puede curarse identificándose con el sexo opuesto​) ​esperamos la próxima estratagema en el plan de juego transhumanista para desestabilizar el proyecto humano en la tierra. Personas de color, personas ​morenas​, aborígenes, isleños del Pacífico, homosexuales, lesbianas, personas de contextura grande, personas con diferentes discapacidades, todas ​las ​mujeres (por supuesto), tomaron su turno en ​las filas de​ los grupos minoritarios oprimidos interseccionales, y cada uno de ellos se fue con un trofeo de participación. ¿Quién queda ahora?

​¡​Los muertos! No se ha tenido suficientemente en cuenta sus necesidades. La inclusión no ha llegado a ellos… todavía. Se mantienen sistemáticamente alejados de todas las actividades y ceremonias en curso. Están segregados en guetos de​ hierba​ y granito. El sistema legal los estigmatiza. Numéricamente, mirando toda la historia humana, son, con mucho, el grupo demográfico más grande. Sin embargo, son regularmente ignorados, descuidados, despreciados. Si alguien merece ser despertado del sueño de la opresión, son ellos.

No se desespere, se está realizando una importante preparación. La próxima novedad será la transición de la mayoría de nosotros a la muerte. ¿Crees que es una coincidencia que Hollywood haya producido ​en masa ​películas de zombies en los últimos años? Claramente, cada vez más estadounidenses se identifican con los muertos vivientes. (Y, a juzgar por el comportamiento de nuestros conciudadanos, muchos de ellos fueron devorados). Incluso nuestras empresas y nuestros bancos parecen muertos vivientes.

Nuestro proyecto en Ucrania ha sido de gran ayuda en la preparación de ​las ​personas para morir. Pero este experimento casi ha terminado. Es por eso que debemos buscar un proyecto global mucho más grande para hacer que la humanidad aprecie las satisfacciones de la muerte. Una guerra con China sería la oportunidad perfecta para prepararse. Son cuatro veces más numerosos que nosotros. Han desarrollado misiles hipersónicos capaces de transportar ojivas nucleares a cualquier parte de nuestro país, con la capacidad de vitrificar a millones de estadounidenses en un abrir y cerrar de ojos. Y cuando terminen, pueden enviar un ejército aquí para matar a los afortunados sobrevivientes en los campos de so​j​a y las hileras de maíz.

Quizás fue en previsión de este extraño giro que Estados Unidos eligió (así dicen) un presidente en medio de una transición a la muerte. Joe Biden ​(sea un ectoplasma, un holograma, un muñeco Reborn senil de silicona o lo que sea) ​es célebre por haber permanecido mayormente invisible, por haber hablado, bajo tierra, una lengua muerta que se asemeja al inglés vernáculo americano del siglo XX, por haber oscilado de un lado a otro, a modo de zombi, saliendo del escenario en fugaces apariciones públicas y por recibir grandes sumas de dinero de funcionarios chinos que apoyan la agenda de transición de Estados Unidos. Mejor aún, el presidente simpatiza y se identifica personalmente con los muertos, alienta a más estadounidenses a morir,​ ofrece incitaciones financieras a los hospitales que aceleran la muerte y pone a disposición de todos productos farmaceúticos (legales e ilegales) para inducir transiciones eficaces hacia la beatitud del no ser.​

De hecho, ahora parece haber una transición acelerada, el ritmo ​está siendo dado por​ los atletas profesionales de 20 y 30 años que se derrumban en los campos de fútbol en medio de un partido, ​por ​los actores de cine que se ​”​convierten​”​ bajo los ojos de las cámaras, ​por los presentadores de televisión​ que dejan el micrófono con los ojos cerrados como persianas a la vista de todos, y por otras celebridades que simplemente encuentran a sus seres queridos muertos al despertar por la mañana. Estos son los avatares de la nueva tendencia. El paso de la vida a la muerte es tan sagrado que sólo se habla ​de ella ​en voz baja, como en una iglesia o en un sepulcro. Los médicos que entran en escena quedan hipnotizados hasta el punto de permanecer en silencio,​ demasiado maravillados para hablar de lo que ha provocado la transición fatídica (en la cual ellos, unos simples mandados, no tienen arte ni parte, por supuesto, aparte de haber sido obedientes y dóciles).​

El pueblo va, la nación también. Estados Unidos está pasando de un sistema dinámico de libertad económica, esfuerzo y derecho a una distopía entrópica de caos, corrupción e inercia. Como en una tierra de muertos vivientes, nada funciona: se cortan las llamadas telefónicas, el banco no te da más dinero, te recortan los deberes laborales, tu tienda de comestibles ha cerrado, ya no hay repuestos para tu​s cosas rotas, tus vuelos ​son​ cancelados, tus archivos de Facebook han sido borrados, tu opinión no es ​bienvenida​, tu voto ya no tiene sentido, tus hijos ya no necesitan tu permiso para hacer lo que sea y, último insulto, un martini ahora cuesta quince dólares.

La muerte está en todas partes en Estados Unidos, se cierne sobre todo lo que hacemos. ¡No luches contra ell​a​, celébral​a​! ¡​Foméntala​ donde quiera que vayas, entre todos los que encuentres! Acój​e​l​a​ despojándo​te​ de tod​as​ l​as inconveniencias​ de ​t​u existencia y ascendiendo a ​tu bendita plataforma en el perfecto Elíseo Gnóstico prometido por los teúrgos ​w​okistas. ¡Conviér​tete​ en el hombre muerto que ​deseas​ ser!

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