Juan Carlos afirma con furia que no tiene ninguna hija secreta. Es lo que le ha trasladado en persona al diario El Mundo des de Abu Dabi, donde vive protegido de sus escándalos desde 2020. Allí pasa la vida como un espectador de lujo de su propio descenso a los infiernos, de la aniquilación de su reputación. El última golpe, el de Alejandra, le ha hecho daño. Dice que se siente “hastiado” ante este tipo de insinuaciones sobre sus paternidades extramatrimoniales. Provocaría lástima si no tuviéramos el contexto, si no existieran las Corinnas, Bárbaras Rey, Martas Gayá, Sandras Mozarowskys y compañía; si Albert Solà, Ingrid Sartiau o Maria Alexandra no hubieran levantado nunca la voz. Con tantos antecedentes, rumores y sospechas, lo que reclama el Borbón es un acto de fe. Ni que sea por acumulación.

Que el rey emérito ha sido un mujeriego empedernido es un hecho explicado, publicado y acreditado. Varía el número de amantes atribuidas, Pilar Eyre habla 2.000 mientras que otras fuentes suben mucho más la marca. Por ejemplo un exsubordinado, un coronel del ejército : Amadeo Martínez Inglés. Ya pueden imaginarse que con manifestaciones como estas lo pusieron de patitas en la calle de las fuerzas armadas españolas. Ahora bien, su carrera acabaría mucho antes de la publicación de “Juan Carlos I, el rey de las 5.000 amantes”, fechado en 2017. En el año 90 lo echaban por pedir la profesionalización del ejército, llevaba 40 años como militar y de rango. Fuera de la disciplina castrense y explotando su vertiente de historiador, ha sido autor de libros muy críticos con sus excompañeros y con el exjefe del Estado. También es conocido por haber asustado a Felipe, Letizia y a toda la Familia Real colándose en la boda de los reyes actuales vestido de uniforme y armado, denunciando fallos de seguridad del enlace. Todo un personaje, Amadeo, que ahora tiene 87 años.

Amadeo no se cortaba un pelo y dedicaba palabras duras a Juan Carlos de Borbón, definiéndolo como “depredador sexual”. Narra situaciones como que la luna de miel del emérito y Sofía no fue una aventura de dos, había otras señoras. Durante una entrevista con un digital recordaba el modus operandi de Borbón, que se vanagloriaba de sus conquistas sin ningún pudor en cuarteles y entornos militares. “Tanto de cadete, como de aspirante a Rey. como después de monarca franquista, como ahora de vejete emérito siempre ha sido un bocazas, un macho alfa de medio pelo. Trasladaba sus aventuras sexuales con todo detalle al piloto del helicóptero real, al ayudante de su cuarto militar o al director del hotel para aplacar su adicción patológica. Menos al Papa, a todo dios”. Una fama que estremecía a su mentor, tutor y mecenas, el dictador Francisco Franco, que lo consideraba un “sinvergüenza y depravado”. Ha llovido mucho desde aquella época de entrenamiento militar, su etapa de máximo “esplendor”.

La lista de hijos secretos no se acabaría nunca, más de 20

Quizás el excoronel ya sabía de la historia con la madre de Alejandra. Lo que es seguro es que no le sorprende nada, ha dedicado tiempo a contar la legión de ‘queridas’: 4876. Si el relato de este hombre se acerca mínimamente a la verdad absoluta, mamma mia. Lo que sería extraño es que no le colocaran ningún bastardo. Inglés estimaba que el total de descendencia secreta llegaría o superaría los 20, haciendo un matiz importantísimo: “Teniendo en cuenta las 14 denuncias de paternidad (de carácter amable) que se presentaron en su día en determinados centros militares y referidas exclusivamente a su etapa castrense”. Un festival. Y Juan Carlos pregonándolo entre sus colaboradores íntimos. Ahora, décadas después, dice a todo que no. Que es un santo. Nos lo pone muy difícil, la verdad.