AD.- El nauseabundo “sketch” del programa de la televisión catalana “Està passant”, escarneciendo la Semana Santa y ultrajando a la Virgen del Rocío, ha provocado la indignación no sólo de los católicos sino de cualquier persona bien nacida.

Una actriz del programa conducido por los babosos indepes Jair Domínguez y Toni Soler salió en pantalla vestida de virgen con una muñeca de bebé que representaba a Jesucristo. Fue emitido el 4 de abril e incendió las redes, puesto que la actriz que representaba a la Virgen del Rocío no sólo se cachondeó del acento andaluz, sino también de las tradiciones propias de esa región, vejando el cante de las saetas y ridiculizando las muestras de devoción cristiana en las sagradas imágenes que salen en procesión. No contentos con eso, blasfemaron abominablemente de la virginidad de la Madre de Dios.

Esos dos sinvergüenzas, canallas y golfos donde los haya, Toni Soler y Jair Domínguez, que no sobrevivirían siquiera dos horas en las calles de la misma Barcelona, si se hubiesen referido al profeta Mahoma en términos semejantes, chulean a los creyentes a que esperen sentados a que el fiscal del Odio, Miguel Ángel Aguilar, les diga esta boca es mía. Porque esos dos miserables memazos no odian, sólo se mofan, humillan, ridiculizan y ultrajan los sentimientos religiosos de los cristianos porque son humoristas… ¡ y de TV3 !, sagrada institución donde las haya, subvencionada generosamente a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, tanto por el PSOE como por el PP.

El fiscal Aguilar, suponemos que muy a pesar suyo, sabe perfectamente que los delitos de Odio son siempre relativos a quien los comete. Por tanto, esas dos vacas sagradas del independentismo catalán se irán de parranda tan ricamente, esperando la próxima ocasión para meternos una patada en la boca ante el silencio obsequioso de la Fiscalía de Odio. Los mismos fariseos que filtran la mosca de la islamofobia se tragarán el camello de cualquier ofensa rabiosa a los sentimientos religiosos de los católicos. Porque parece que, al fin y al cabo, sentimientos, lo que se dice sentimientos sólo los tienen los fieles del Islam y los jefazos del lobby LGTBI.

Nosotros también esperaremos sentados, sí, pero no las disculpas de TV3, como los dos gañanes del más zafio humor. Esperaremos sentados a que el flamante fiscal de Odio, Miguel Ángel Aguilar, impute a esos dos rastreros mamones por odio al cristianismo… y estamos cuasi seguros de que nuestras posaderas acabarán llagadas de tanto aguardar. Es muchísimo más probable que D. Miguel Ángel nos empure a nosotros por tratar a esos dos capullos muchísimo mejor de lo que se merecen.