Ley Trans: la última barbaridad
Por Pablo Barrón.- La ley Trans es uno de los temas más polémicos en la política española actual y ha generado un intenso debate en la sociedad. La ley busca garantizar el derecho a la libre autodeterminación de género y facilitar el cambio de género en los registros civiles, entre otras medidas.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha sido una de las principales defensoras de la ley y ha liderado su implementación. Sin embargo, la ley ha sido criticada por algunos sectores, que argumentan que puede poner en riesgo la seguridad y los derechos de las mujeres.
Uno de los principales argumentos en contra es que puede permitir que los hombres accedan a espacios que tradicionalmente han sido reservados para mujeres, como los baños públicos y los vestuarios. Esto ha generado preocupación en algunos sectores, que consideran que las mujeres pueden ser víctimas de agresiones sexuales por parte de hombres que se identifiquen como mujeres.
Por otro lado, la ley Trans también ha sido criticada por su impacto en el deporte. Algunos argumentan que permitir que las personas trans compitan en categorías que no corresponden con su sexo biológico puede darles una ventaja injusta y perjudicar a las mujeres.
En definitiva, la ley Trans es un tema muy polémico que ha generado un intenso debate en la sociedad española. Aunque busca garantizar los derechos de las personas trans, también ha generado preocupación en algunos sectores respecto a su impacto en la seguridad y los derechos de las mujeres.
LO QUE NO SE PENSÓ
Sin embargo no contempla (ni la inefable ministra que la inventó) en los efectos contrarios, no quieren hacerse eco, de lo que está pasando en las cárceles o con los maltratadores todavía sin detener y lo que es peor sin juzgar.
Las personas trans, están claramente beneficiadas, pero de eso no se da cuenta la ministra. Lo comentado hace unos párrafos es importante, pero lo es mucho más que un violador o un maltratado se declara mujer y automáticamente la ley le ampara caprichosamente.
Ya ven lo que una ministra, sin preparación es capaz de hacer con el dinero de todos, eso si los ancianos sin atender como se merecen.
Como estamos en campaña termino así: tenemos lo que votamos, algunos, esperemos que esos cambien de opinión.