Un grupo de legionarios en 1921

La Plataforma Patriótica Millán Astray ha presentado un recurso ante la Audiencia Nacional contra la retirada de la Bandera Comandante Franco del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión, con base en la Comandancia General de Melilla.

Después de que el Ministerio de Defensa desestimara el recurso de reposición de la asociación de veteranos y de que la Fundación Franco recurriera también ante la Audiencia, los antiguos legionarios reclaman que se recupere el nombre original de la unidad castrense, al figurar entre sus fines estatutarios “la defensa de la Memoria Histórica de La Legión española, obra y legado de su fundador, general José Millán Astray, en donde tiene un sitio estelar la figura del comandante Franco”.

Recuerda la plataforma que ambos participaron “en todos los actos militares fundacionales más relevantes de nuestra historia, como la salvación de Melilla en el año 1921”, y “porque así les obligan sus espíritus legionarios”, entre ellos el de “ayudar siempre a un compañero en peligro, como es el comandante Franco actualmente, espíritus legionarios que ejercemos estatutariamente y colectivamente en nuestra vida civil por medio de actos como es la defensa del Comandante Franco, cuyo nombre en la I Bandera de La Legión ha sido retirado indebidamente a nuestro entender”. Consideran tener “legitimidad por la defensa de la verdad histórica legionaria que supuso el papel militar del comandante Franco en la salvación de la Ciudad de Melilla, a cuyo frente de las fuerzas legionarias iban inseparablemente el teniente coronel Millán Astray y el propio Franco”, en unos “hechos militares totalmente ajenos a la Guerra Civil posterior de 1936 a 1939”, y por tanto no afectados por la Ley de Memoria Democrática.

Además, “por ser ambas figuras militares indivisibles e inseparables en los orígenes de la Legión, que ha cumplido en 2021 su primer siglo de historia”, y porque “defendiendo la figura del comandante Franco estamos defendiendo la figura de Millán Astray y la de los cientos de legionarios que salvaron Melilla del exterminio y que participaron a continuación en las campañas de pacificación del Rif bajo el mando del comandante Franco”, todos “motivos de legitimación contenidos y deducibles de los fines y objetivos que contemplan los artículos 3 y 4 de nuestros estatutos”.

Como alegaron después de que Defensa considerara que la Plataforma Millán Astray “carece de legitimidad en este trámite”, los legionarios -“que ayer fuimos y que hoy estamos encuadrados como veteranos legionarios”- dicen tener “legitimidad para morir por España y también para opinar al respecto de los nombres de las unidades militares legionarias en las que servimos”, pues esos nombres “evocan a personajes que fueron determinantes en la historia de la Legión” y “son nuestros referentes militares”, por lo que rechazan “estar sujetos al capricho o arbitrariedad a este respecto de la autoridad política que en cada momento rija los destinos del Ministerio de Defensa”.

Por todo ello, la asociación “ha acordado impugnar jurisdiccionalmente la Resolución 420/00668/23, de 16 de enero”, de la cartera de Margarita Robles, “y la desestimación del recurso de reposición interpuesto contra la precitada resolución”, cuestiones cuya “competencia corresponde a la Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional”.

La Razón