Alberto González: “Querida Belarra, ahórrame el bochorno y las arcadas de tener que sufrir la visión de tus negros pezones”
Alberto González.- Si bien nací a finales de los sesenta, he vivido lo suficiente para ver una transformación social, en la que hemos pasado de la clase y el buen gusto a la falta de clase y pudor.
Los de mi edad estamos tan cansados de ver tetas grandes y pequeñas, caídas y desafiantes a la gravedad, propias y adquiridas a 4.000 euros la pareja, que ya casi ni miramos cuando disfrutamos de un día de playa.
Somos a día de hoy tan tolerantes, inclusivos y gayfriendly, que nos importa dos carajos quién se ponga o deje de poner la heteropatriarcal prenda, se las pongas ellas, elles o algún fetichista , que de todo hay en la viña del señor.
Cosa distinta es una señora diputada, en un acto público, demostrando no solo su falta de pudor, también su falta de clase.
Que no se depilen cejas, a axilas o el mollete es una elección que normalmente va en consonancia con la ideología de la individua y una pobre higiene personal, que suele coincidir con votar a Podemos.
En democracia tu libertad termina donde comienza la mía, así que querida Belarra, ahórrame el bochorno y las arcadas de tener que sufrir la visión de tus negros pezones.
Quizás, quizás, marcar pezón a lo loco sea la mejor salida que se le ha ocurrido a Ione Belarra para ahorrarle a la gente el sufrimiento de mirarle la cara.
*Ex coordinador de Vox en el municipio malagueño de Mijas.
Pero, ¿dónde le has visto tú los pechos a esta?
En sus fantasías
Son dos prótesis de plástico.
Lo sé porque las vi cuando ejercía la noche en La Junquera.
Tan abierto y tolerante que dice ser y asocia depilarse las cejas u otras partes del cuerpo con la higiene. Caballero, ¿usted se depila las axilas? ¿y el resto del cuerpo? Si no es así entiendo también que carece de la higiene que promulga, ¿o sólo es válido para las mujeres? ¿Una mujer que se depila es de derechas y una que no lo hace es de izquierdas? Vaya lumbreras este señor de Vox.
Controlad un pelo lo que publicáis que descendéis al nível de este gilipollas.
Que le contraten a Vd. censor, ya lo que faltaba….
¿Esta “señora” no tiene dinero para comprarse un sujetador o es que la vulgaridad forma parte de su esencia?
Una palabra lo resume todo: miserable
en mi pueblo a la mujer del guarro le dicen guarra
Con suerte, lo único que tiene bonito y se le aguantan bien son esos pechos de pico.
Dos pedorras con pretensiones, ninguna de las cuales vale nada, físicamente hablando. (Al menos, para mi gusto).
Y las dos mantienen a sus parejas, Belarra le ha hecho “asesor” en su ministerio, supongo que para asuntos sexuales, y el otro malvive de sus colaboraciones sen los medios y, sobre todo, del sueldazo de su mujer, Montero, pues como profesor asociado a tiempo parcial, cobra una mierda.
Esta es la pura y dura realidad, le pese a quien le pese…