Pedro Ignacio Altamirano.- El “incidente” ruso-ucraniano, que ya no me corto en adjetivarlo como “guerra civil europea”, surge sin duda, de la falta absoluta de una clara política exterior europea.

Rusia es Europa. Quien dude este hecho es que, o bien no conoce la historia de Europa, o bien la manipula de forma mal intencionada.

Este “detalle” no es baladí, es la base del conflicto, ya que significa que, de nuevo, de igual modo que el conflicto de los Balcanes, los europeos hemos sido, de forma vergonzosa, incapaces de resolverlo por nosotros mismos, a la espera de “papá” Estados Unidos, venga, no sólo a sacarnos las castañas del fuego, sino “solucionarlo”, según los intereses de los “USA Dreams”, no siempre coincidentes con los de Europa.

En el caso de Rusia, hay que comenzar por decir, es el corazón cultural de Europa. No debemos olvidar que la Familia de los zares eran primos hermanos de la Familia Real Británica y emparentada con la mayoría de las Casas Reales europeas, incluida la española.

Por ello habría que comenzar en preguntarnos: por qué no se ayudó a los Romanov y fueron abandonados a su suerte de forma tan trágica.

Llegaba la segunda guerra mundial y Europa volvió a ser una comparsa. En la famosa foto en la más que bella Yalta, está claro: Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido. Europa, derrotada y devorada por sí misma, eran dividida en dos trágicos bloques. Nadie supo ni pudo poner la voz de Europa en valor. No importaba lo que opináramos ni necesitáramos. Europa quedaba partida en dos. Todos fuimos culpables. Rusia también.

Así pasaron décadas duras, la llamada guerra fría, en la que los Estados Unidos, nunca negó que estaría dispuesta a defender la parte occidental con toda la fuerza necesaria, incluida una guerra nuclear “en el teatro europeo” considerando, y con razón que Europa era incapaz de defenderse por sí sola. Rusia jamás pasó las fronteras trazadas en Yalta.

La gran oportunidad perdida llegó con “la caída del muro” en la que, de nuevo, el futuro de Europa se decidía al otro lado del Atlántico, que ayudó a “rescatar” de la moribunda URSS aquellos países llamados “satélites” para que volviera a integrarse en Europa.

¿Bajo la influencia Rusa no lo eran? Es cierto del mismo modo, que Rusia debió acercarse mucho más a Europa de forma directa y menos vía Estados Unidos. Jamás se convocó una mesa de reconciliación y reunificación europea.

A raíz de ese error estratégico sucedieron los acontecimientos. Rusia perdía “influencia” en territorios determinantes, pero reconozcámoslo, sin agresión alguna en ningún momento. Es importante recordar, y soy consciente que esto no es “correcto” en lo político en estos momentos, que los rusos nunca atacarían Europa si no se ven atacados de forma directa. La realidad en persistente: soportaron como los países Bálticos, Rumania, Bulgaria, Polonia, Chequia, Eslovenia… ingresaban en el seno de la Unión Europea sin el mayor problema.

Conferencia de Yalta.

Entonces, ¿por qué el problema Ucrania? ¿Cuál es la diferencia? ¿La OTAN a las puertas de Rusia? Creo que no, ya tiene a la OTAN en la frontera, por cierto donde los españoles tenemos tropas desplazadas. La realidad no gusta a nadie en el entorno de la OTAN y los Estados Unidos, pero la verdad no puede pertenecer oculta de por vida, y que no se asuste nadie, ni se rasgue las vestiduras ni me llamen traídos a no sé quién: Ucrania es Rusia desde el inicio de la historia Europea.

¡Qué barbaridad!, pero ¡qué dice este traidor vendido a los intereses rusos! Frases que salen siempre de boca de los tramposos cogidos con “el carrito del helado”. Reflexionemos ¿Dónde nace la Gran Rusia? Veamos. Desde la toma de la ciudad por parte de Oleg, hasta 1169, Kiev fue la capital del más importante de los estados eslavos orientales, conocida como “Rus de Kiev”, que es gobernado por la dinastía de los “varegos ruríkidas”, que se eslavizó gradualmente. Fue en Kiev, antigua ciudad a orillas del hermoso Río Dniéper, donde el “pueblo ruso” se convirtió al cristianismo hace más de mil años atrás: “blanco y en botella”.

Es más que curioso que en 2008, dijo al presidente Bush que “Ucrania no es un país”, y en julio de 2021, identificó, de forma pública, a rusos y ucranianos como “un solo pueblo” y declaró que “la verdadera soberanía de Ucrania sólo es posible en asociación con Rusia”.

El todo poderoso presidente de los Estado Unidos dice que “Ucrania no es un país” y que rusos y ucranianos son un “único pueblo”. ¿Bush decía la verdad?. Creo que sí.

El 11 de marzo de 2014, con Barack Obama en la Presidencia de los Estados Unidos, Crimea y la ciudad de Sebastopol declararon su independencia de Ucrania, formando la República de Crimea, con 78 votos a favor de un total de 100 miembros en el Parlamento de Crimea. La acción fue considerada legítima por Rusia, pero no por Estados Unidos y el gobierno en Kiev. ¿Ucrania es o deja de ser rusa depende del presidente norteamericano de turno?

Rusia no es que ocupara Crimea, es que unificaba un poco más la integridad el territorio ruso. Hubo enfrentamientos fronterizos que se solucionaron de forma rápida y sin “demasiadas” perdidas. Crimea, mediante referendo se independizaba de Ucrania y formaba gobierno propio. Poco después en otro nuevo referendo decidieron formar parte de la Federación Rusa manteniendo su propio gobierno. Llovieron los embargos de Europa como única respuesta. No podemos olvidar que la población de Crimea es y se considera Rusa. No reconocer esto es manipular de nuevo la historia y la realidad.

El conflicto no debió ocurrir nunca. El “conflicto” se debió solucionar en una mesa de diálogo europeo, pero de nuevo, Europa incapaz de decidir por sí misma, continuó al socaire de los intereses de los Estados Unidos, con lo que no sólo se perjudicaba a la población de Crimea, sino que se perjudicaba de forma grave el intercambio comercial Europa-Rusia.

El problema no estaba resuelto. La zona más oriental del Río Dniéper, de igual modo, se considera rusa. Ucrania nunca reconoció ni respetó este hecho bajo ningún concepto, ni lo reconocieron ni se quisieron sentarse a negociar desde el 2014. Tiempo ha pasado para que seamos capaces de llegar a un acuerdo entre europeos, pero como siempre, la incapacidad nos paraliza y preferimos ver “los toros desde la barrera”… hasta que el toro salta y te empitona.

No justifico, ni justificaré nunca ninguna intervención armada, por mucho que se explique que la guerra es la diplomacia por otros medios. ¡No! Bajo ningún concepto justico ningún tipo de intervención armada. Pero vuelvo a la realidad. Por un motivo u otro, que habrá que analizar, comienza un conflicto armado que jamás debió comenzar.

Esta vez no es lo mismo que en Crimea. Hay que intervenir de inmediato ¡qué se han creído estos rusos! ¿Qué pueden hacer lo que quiera en su tierra? Faltaría más ¡GUERRA!

¡Vamos a la guerra! Eso sí, de forma indirecta que hay que renovar los arsenales de la OTAN y reforzar la industria de defensa USA.

¿Qué dices traidor? Que no, que es una guerra justa. Que si Rusia se queda con el oriente del Río Dniéper, después querrá los países Bálticos, Polonia, y si los dejamos querrán recuperar la mitad de Alemania. Una verdadera locura que ha medito a Europa en una guerra civil indecente, sí, civil porque todos los que mueren, todos los que sufren, los que se empobrecen somo todos europeos. Es toda Europa quien lo sufre.

Que paren la guerra

Estamos donde estamos. Europa en guerra consigo misma. Los Estados Unidos vendiendo más armas que nunca. Amenazando al mundo con una guerra con China y azuzando de nuevo Oriente Medio. No sé cómo decir esto sin que me arresten por traído o algo peor, pero me da la impresión, a modo personal, que nos arrastran a la III Guerra Mundial en contra de lo que opine el mundo. Eso sí, los americanos lo ven todos sentados frente al televisor, con sus gigantes e hipercalóricos cubos de palomitas y helados sin fin.

China, de la que no soy admirador ni mucho menos. Crece y por tanto se siente con el poder necesario de luchar por sus intereses en su área geográfica. Esto preocupa muy mucho a los Estados Unidos, a mi poco la verdad. No veo a China invadiendo Europa más de lo que estamos a nivel económico ¡oh!, lo que acabo de decir, el problema no está en la influencia militar, sino en la económica. Sea lo que sea Estados Unidos dice que hay que prepararse para una guerra con China. En fin. Nos empujan a una nueva guerra mundial, sólo por intereses económicos de los Estados Unidos.

Una posible guerra mundial en la que haré todo lo posible para que mi familia no intervenga bajo ninguno de los conceptos. Pero para parar esa hipotética III Guerra Mundial pasa por parar de inmediato la guerra de Rusia con Crimea.

La paz pasa por el dialogo entre europeos. Poner, de forma definitiva unas fronteras nacionales pactadas y reconocidas por todos, respetando, sobre todo, no la unidad nacional que tantas guerras ha causado y causa, sino la unidad de los pueblos. Una solución europea, dentro de la Europa de los pueblos y aceptadas por todos.

Paz por territorios

Palabras mágicas al mismo tiempo que malditas. Como si una vida humana valiese menos que una hectárea de tierra, pregunten a la madre, padre, esposa, hermanos o hijos qué sentido tiene la tierra sin la presencia de su fallecido. ¿De verdad somos malvados? ¿No hemos aprendido nada después de tantas guerras y muertos en Europa por las puñeteras y malditas fronteras? ¿No somos Europa? ¿No somos todos europeos?

Marcar fronteras hoy para derribarlas mañana. Es muy fácil y sencillo, solo es necesario un mínimo de humanismo ¿de humanismo? ¿qué humanismo? ¿qué es eso? Justo lo que nunca hemos aprendido como seres que somos. Un poco de humanismo, y el sentido común, debate, tolerancia y entendimiento que ello conlleva.

Propongo a las partes, a Ucrania y Rusia, que se miren cara a cara como un pueblo que son, no ya rusos, no: europeos y paren esta maldita guerra en la que todos, repito todos los que perdemos somos un mismo pueblo. Paren la guerra de inmediato. Siéntense en una mesa y dense la mano. Lleguen a un acuerdo fácil de entrada. Ucrania a ceder territorio, Rusia a respetar la paz y juntos, caminar hacia la definitiva reconstrucción europea.

Qué más da si la línea fronteriza está en el Río Dniéper, si Crimea es o no ucraniana, si por lo que tenemos que luchar todos, es porque todo sea de todos, a derribar todas las fronteras europeas y configurarnos como una sola Europa, desde Lisboa a estrecho de Bering.

Paren esta guerra civil europea que sólo beneficia a terceros. A los Estados Unidos les diría, con todo el respeto y simpatías que le tengo al noble pueblo norteamericano, que si quieren gastar dinero cambien sus industrias militares por industrias aeroespaciales.

Que en vez de buscar predomino en la tierra, lideren al mundo en la investigación espacial, que ahí si les seguiremos al confín de la más lejana galaxia, pero que dejen la tierra y a los europeos en Paz.