La Constitución de Estados Unidos garantiza los derechos básicos de todos los ciudadanos estadounidenses, incluida la igualdad de protección ante la ley. Muchos demócratas, sin embargo, no creen que nuestro documento fundacional deba aplicarse a los individuos blancos.

Los demócratas de la bahía de San Francisco están aplicando este nocivo principio a los programas de renta mínima garantizada (también conocidos como renta básica). Estas iniciativas, a diferencia de los programas tradicionales de asistencia social, proporcionan dinero de los contribuyentes sin ningún tipo de ataduras. Hipotéticamente, uno podría comprar drogas y alcohol sin preocuparse de entrar en conflicto con la ley.

El Washington Free Beacon reveló el martes que tres programas de renta básica de la zona de la Bahía de San Francisco prohíben la participación de residentes blancos. Una de las iniciativas es el programa de Ingresos Garantizados para Personas Transgénero (GIFT), que Cassandra Fairbanks de TGP cubrió en noviembre.

Las iniciativas incluyen el Movimiento de Equidad Económica Negra, que proporciona 500 dólares al mes exclusivamente a “adultos jóvenes negros”, el Proyecto de Nacimiento Abundante, que proporciona 1.000 dólares al mes a “madres negras y de las islas del Pacífico”, y el programa de Ingresos Garantizados para Transexuales, que repartirá 1.200 dólares al mes y “dará prioridad a la inscripción” de transexuales “negros, indígenas o personas de color (BIPOC).

Están financiados por los Institutos Nacionales de Salud, el Departamento de Servicios Sociales de California y la ciudad de San Francisco, respectivamente.

Las tres iniciativas parecen violar la Constitución de California y la Ley de Derechos Civiles de 1866, que prohíben la discriminación racial en la contratación.

Además, el Black Economic Equity Movement parece violar el Título VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación racial por parte de los receptores de fondos federales. Los Institutos Nacionales de Salud, cuya iniciativa de “equidad sanitaria” financió el programa, no respondieron a una solicitud de comentarios”.

Los demócratas de la zona de San Francisco están repartiendo dinero gratis a personas que no son blancas. Al mismo tiempo, están desafiando abiertamente la Constitución de Estados Unidos al negar a los blancos las limosnas del gobierno.

El nuevo lema demócrata: te cuidaremos de la cuna a la tumba a menos que tengas la piel blanca.

Sin embargo, esta no es ni mucho menos la primera vez que los demócratas intentan utilizar el gobierno para discriminar a los individuos blancos. El llamado Plan de Rescate Americano (responsable en gran medida de la crisis inflacionista) contenía un programa de condonación de préstamos por valor de 4.000 millones de dólares destinado exclusivamente a los agricultores pertenecientes a minorías para “abordar” los anteriores agravios raciales en la agricultura.

El programa, que se conocía como Sección 1005, decía que el gobierno federal debía proporcionar alivio de la deuda a los “agricultores socialmente desfavorecidos”. Este término se refiere a los agricultores que son negros, hispanos, asiáticos, de las islas del Pacífico y nativos americanos. ¿Adivina qué grupo étnico falta?

Afortunadamente, los agricultores blancos demandaron a la Administración Biden y forzaron un cambio de rumbo. Los demócratas modificaron el paquete de alivio de préstamos en la irónicamente llamada “Ley de Reducción de la Inflación” para que ya no mencionara la raza.

Otro ejemplo de racismo contra los blancos se produjo cuando el Estado de Nueva York dio prioridad a las personas no blancas para los tratamientos COVID el pasado mes de diciembre. El estado alegó que no ser blanco era un factor de riesgo de COVID debido a “desigualdades sanitarias y sociales sistémicas de larga data”.

Durante la época de Jim Crow, los estados del sur negaban derechos humanos y servicios básicos a la población negra. Afortunadamente, Estados Unidos redescubrió su claridad moral para acabar finalmente con este mal.

El programa, que se conocía como Sección 1005, decía que el gobierno federal debía proporcionar alivio de la deuda a los “agricultores socialmente desfavorecidos”. Este término se refiere a los agricultores que son negros, hispanos, asiáticos, de las islas del Pacífico y nativos americanos. ¿Adivina qué grupo étnico falta?

Afortunadamente, los agricultores blancos demandaron a la Administración Biden y forzaron un cambio de rumbo. Los demócratas modificaron el paquete de alivio de préstamos en la irónicamente llamada “Ley de Reducción de la Inflación” para que ya no mencionara la raza.

Otro ejemplo de racismo contra los blancos se produjo cuando el Estado de Nueva York dio prioridad a las personas no blancas para los tratamientos COVID el pasado mes de diciembre. El estado alegó que no ser blanco era un factor de riesgo de COVID debido a “desigualdades sanitarias y sociales sistémicas de larga data”.

Durante la época de Jim Crow, los estados del sur negaban derechos humanos y servicios básicos a la población negra. Afortunadamente, Estados Unidos redescubrió su claridad moral para acabar finalmente con este mal.

Hoy en día, los izquierdistas practican su propia forma de Jim Crow contra los blancos. Es hora de que Estados Unidos vuelva a estar a la altura de las circunstancias.