Disidencia y moda políticamente incorrecta
A nadie con dos dedos de frente se le escapa que la dictadura de lo políticamente correcto lleva camino de instaurarse definitivamente en nuestro país. Los políticos y los medios de comunicación dictan a la población lo que puede decirse y lo que no e incluso de qué temas puede hablarse libremente y de cuáles no.
Pero, a pesar de la machacona insistencia, crece el número de ciudadanos que se atreven a discrepar y a nadar a contracorriente. De hecho, ya es habitual ver por la calle a ciudadanos discrepantes que transitan por la calle con algunas camisetas disidentes, muchas de ellas con mensajes ciertamente ingeniosos.
La legión de los liberticidas
Aunque muchos políticos llevan la boca bien llena de palabras como “libertad” y “democracia”, lo cierto es que todas sus acciones y comportamientos apuntan en el sentido contrario. Desde hace tiempo, se están viviendo situaciones que cercenan de raíz la libertad individual de los ciudadanos. A modo de ejemplo:
– Confinamientos masivos
– Restricciones a la libertad de movimiento
– Eliminación del derecho de reunión
– Coacciones para imponer las vacunaciones
– Imposición sesgada de un pensamiento único
Todo ello combinado con sabias campañas de publicidad, cuyo fin es convertir el color negro en color blanco. A modo de ejemplo, no olvidemos las imágenes de las legiones de ciudadanos, encerrados en sus casas a la fuerza, aplaudiendo desde los balcones mientras el coronavirus causaba cientos de bajas diarias.
En este último sentido, el del adoctrinamiento y la seducción, se intenta influir en la ciudadanía desde las edades más tempranas: la ley “educativa” de la ministra Celaá no es más que un manual ideológico cuyo fin es penetrar a fondo en las mentalidades infantiles.
La imposición de lo políticamente correcto y la censura de los disidentes
El cuadro se completa con la imposición general de ciertas costumbres, comportamientos y hábitos. Esto incluye la exaltación de algunos grupos sociales minoritarios, perfectamente organizados y cuya forma de actuar recuerda al de los denostados lobbies empresariales.
Lo peor es que esa imposición conlleva la censura, a veces encubierta y otras descaradamente pública, de todos aquellos que osan discrepar de los nuevos mantras sociales, ideológicos y ambientales. Los métodos coercitivos incluyen el silenciamiento periodístico y el etiquetado ideológico sesgado.
Además, es habitual que quien se expresa por libre, discrepando de las supuestas nuevas mayorías, sufra acoso e insultos en las redes sociales. No hace falta añadir que ese acoso corre por cuenta de una legión de personas a sueldo que actúan desde el anonimato.
El resultado es el silencio autoimpuesto de muchos ciudadanos que en absoluto están de acuerdo con la situación, pero prefieren callar para evitar ser descalificados públicamente o catalogados ideológicamente.
La moda, una herramienta para discrepar y manifestarse públicamente contra la corrección política
¿Criticas abiertamente y sin miedo la situación política o los peculiares hábitos sociales que intentan imponernos por la fuerza? ¿Eres de los que no comulgan con ruedas de molino?
En ese caso, algunos portales específicos ponen a nuestra disposición un divertido y amplio surtido de camisetas sobre la corrección política, todas ellas decoradas con motivos y mensajes rebeldes y contestatarios.
¡Qué bien que deis voz a este tipo de proyectos en Alerta Digital! Mi novio y yo nos compramos unas camisetas antes de verano y estamos muy contentos.
Nos encanta la idea de transmitir crítica social a través de la moda.