Málaga a punto de caer, de nuevo, en la mediocridad urbanística
Pedro I. Altamirano. Málaga vuelve a crecer en lo urbanístico. Ello supone una gran noticia ya que no sólo significa la confianza de los inversores, sino visualiza a las claras el despegue económico, social y cultural que está convirtiendo a la ciudad en el referente de todo el Mediterráneo en el que está destinada a brillar con luz propia.
El impulso industrial en el campo tecnológico es de primer nivel, y ello impulsará sin duda la llegada de nuevos y más potentes agentes económicos, culturales y se fortalecerá de forma exponencial el turismo de calidad. Pero la ciudad no puede fallar en estos momentos, debe estar a la altura de las expectativas. Ello obliga a mejorar de forma continuas las infraestructuras aeroportuaria, autopistas, red de ferrocarriles y cercanía impulsando el esperado y siempre retrasado corredor del mediterráneo, y terminar de definir el futuro del puerto.
En algunas de estas necesidades parece que se avanza de forma lenta, pero se avanza como en la llegada del metro al centro y su próxima nueva línea al que será cuarto hospital, la conexión norte del aeropuerto o la autovía arco hacia a Almería entre otras muchas. En lo que parece, por desgracia que no vamos a estar a la altura es en el urbanismo repitiendo la cutrez insufrible de la Malagueta, con edificios altos y feos, mal edificados y sin atractivo alguno, afeando de forma irremediable el litoral malagueño. No puede repetirse, pero vamos camino de ello.
No soy el primero en advertir sobre ello. Son algunos arquitectos y agentes los que ya comienzan a alzar la voz de precaución. Las torres a punto de terminar en Martiricos, junto al estadio de la Rosaleda es la muestra evidente de lo que se advierte. Altas sin ser torres, sin valor arquitectónico alguno que recuerda a alguno de los edificios de la Malagueta pero en más alto y por tanto más feas y desajustadas a lo que Málaga necesita.
Estamos de acuerdo en la necesidad de la verticalidad en Málaga, que además lo permite sin problemas, no somos ni Granada ni Córdoba que deban proteger patrimonios universales. Nos podemos permitir la verticalidad y la modernidad, pero lo que no podemos es permitirnos ni una cutrez más como las mini torres de Martiricos, un parche blanco sin sentido ni valor urbanístico alguno. Lo mismo ocurre con la mueva micro torre junto al Carril de la Cordobesa cerca de Juan XXIII y lo que será el Bosque Urbano, edificio feo con avaricia que en nada aporta al entorno, ni en altura ni en arquitectura ni beneficia en nada a la ciudad, más bien le resta valor.
Lo mismo va a ocurrir, y estamos a tiempo de remediarlo, en la debatida “torre del puerto” que a la vista de lo presentado, solo será la continuación del desastre urbanístico de la Malagueta. Será una copia cutre de la ya fea Torre Pelli de Sevilla en un ejercicio de quiero pero no puedo. Si queremos que la ciudad este a la altura del futuro que deseamos todos, no podemos seguir por ese camino.
Las mini torres de Martiricos debieran haber sido más altas, más atrevidas en el diseño y convertirse en verdadero polo de atracción urbanística, la torre del Puerto debe ser un verdadero icono, no sólo para Málaga, sino para todo el Mediterráneo. La nueva Málaga se lo merece. Me gustaría ver una torre de gran atractivo urbanístico, véase la nueva torre Mohammed VI de Rabat, todo un símbolo para toda África, en el Puerto y convertirlo en un faro que deslumbre e ilumine a todo el Mediterráneo. Un edificio singular y que aporte valor añadido al futuro de la ciudad. Para mediocridades ya tenemos bastantes.
Quizás, está por ver, se puedan salvar las mini torres de la Calle Pacífico, a la espera de los proyectos del bosque urbano, que si no cambian el estilo arquitectónico, mucho me temo que Málaga volverá a repetir el desastre urbanismo cutre de los 70 y no podemos permitirlo de ningún modo. Málaga no se lo merece.
Por una vez en la historia no tengamos miedo. Seamos valientes y atrevidos con el urbanismo. Hagamos de Málaga un referente a nivel internacional. Llamemos a los mejores arquitectos y empresas constructoras a dicha tarea. Estoy seguro de que acudirían sin dudar. Hagámoslo. Málaga y los malagueños y malagueñas del futuro lo merecen todo.
Málaga, podría ser como Benidorm, en Alicante. Se ven edificios muy altos allí, para los que estamos acostumbrados a ver en ciudades, como en Granada.
El llamado corredor del Mediterráneo tiene como fin aislar a Madrid y descuartizar económicamente a España.
¿ Por qué querrían hacer eso con España; para que no sea competencia para otras naciones más industriales, como: Alemania, Francia, Inglaterra o Italia ( norte ) ? Si veo que el corredor del mediterráneo, solo beneficiaria a las ciudades del litoral ( Barcelona, Valencia, Alicante, Cartagena, Málaga o Cádiz). Pero las ciudades del interior más grandes, como Madrid, Valladolid, Zaragoza, Murcia o Albacete; se quedarían más aisladas. Una ciudad como Granada, en el sur, podría conectarse por tren, con el puerto de Motril, por el que pasaría el corredor del mediterráneo. Esta podría ser la solución para las ciudades… Leer más »
Así es, y conforme subiera el nivel de vida de las comunidades costeras frente a un interior en retroceso del mismo modo aumentaría el deseo secesionista. Los enlaces ferroviarios no evitarían que las grandes empresas se asentarán mayoritariamente a lo largo del corredor dejando a la mayor parte de la península en completo abandono.
Las verdaderamente aisladas de Madrid son y serán Jaén, Almería y Granada