La Junta Médica de Florida y la Junta de Medicina Osteopática de Florida votaron a favor de prohibir que los menores identificados como transgénero reciban bloqueadores de la pubertad, hormonas de sexo cruzado y cirugías que posibiliten la transición de género.

Luego de celebrar un debate público de 5 horas de duración sobre la eficacia de estos métodos, el comité médico aprobó una norma que prohibiría efectivamente los controvertidos e inhumanos tratamientos de transición de género para menores de 18 años en el estado. Ahora la decisión deberá ser legislada por lo que se envió un proyecto de ley a la Legislatura estatal donde será tratada.

La norma busca impedir que los profesionales de la medicina receten bloqueadores de pubertad a menores de edad, así como impide que se ordenen tratamientos de hormonas y derivaciones para cirugías de cambio de género. Los adolescentes que actualmente reciben tratamiento con bloqueadores de la pubertad y hormonas de sexo cruzado podrían continuar realizándolo solo si aceptan participar en un ensayo clínico aprobado por una junta médica.

Esta histórica decisión, la primera en todo Estados Unidos, se produce luego de que clínicas exclusivamente dedicadas a realizar este tipo de intervenciones quirúrgicas en el estado se hayan hecho virales por la edad de sus pacientes. Fotos y videos que circulan por redes sociales muestran a menores de 12 años de edad obligados por sus padres, sometiéndose a este tipo de operaciones.

El miembro de la Junta de Medicina de Florida, Nicholas Romanello, propuso la norma y describió que los riesgos de estos tratamientos son mayores que los beneficios, una preocupación compartida por los departamentos nacionales de salud de Suecia, Finlandia e Inglaterra, que inicialmente habían aprobado y fomentado este tipo de procedimientos, pero tras revisar estudios de los efectos adversos de las cirugías, estos países tuvieron que admitir su error y comenzar a militar contra este tipo de procedimientos.

El sistema público de salud inglés (NHS), por ejemplo, cerró la clínica Tavistock, donde hay casos documentados de padres que llevaban a sus hijos de tan solo 3 años edad para que le cambien el género sin ningún tipo de justificación.

“Creo que, basándonos en los testimonios que hemos escuchado esta mañana y en los materiales del portal, el riesgo de las terapias de supresión de la pubertad, la terapia hormonal cruzada y la cirugía superan los posibles beneficios y que hay una falta de pruebas consistentes, fiables y revisadas por pares científicos en relación con la eficacia y la seguridad de dicho tratamiento“, dijo Romanello.

Durante la reunión, se le dio voz a nueve adultos que se identificaban como trans que hablaron de sus experiencias negativas con la transición y de cómo se lamentan al día de hoy por su error.

El testimonio que sobresalió fue el de Cole, una adolescente de 18 años que comenzó usando bloqueadores de la pubertad y testosterona a los 13 años, con una cirugía de doble mastectomía para eliminar sus pechos a los 15, en un intento desesperado por parecerse a un hombre, consentido por sus padres.

Sin embargo, a los pocos años se arrepintió con horror de lo que había hecho, e intentó volver para atrás, pero muchas de las operaciones que se hizo eran irreversibles. “¿Por qué no se aborda una epidemia de salud mental con un tratamiento de salud mental para llegar a las causas profundas de por qué las adolescentes como yo quieren rechazar sus cuerpos?”, preguntó Cole.

“Hoy tengo vendas en el pecho, más de dos años después de la operación, porque mis pezones pierden líquido y manchan mi ropa. No tengo pechos. Quiero ser madre algún día y, sin embargo, nunca podré alimentar de forma natural a mis futuros hijos”, se lamentó, continuando con su exposición.

Entre los oradores que se mostraron a favor de estos procedimientos hubo padres de jóvenes trans, quienes aseguraron que sus hijos se exponen al suicidio si se les niega este tipo de cirugías y procesos, pero citaron estudios médicos que ya han sido rebatidos anteriormente, según la junta.

“En una gran mayoría de casos, se debe priorizar la salud mental enviando a estos pacientes a tratamientos psicológicos o psiquiátricos, no a tratamientos hormonales“, explicaron del otro lado.

La reunión se dio por terminada cuando un grupo de unas 20 o 30 personas que protestaban fuera del recinto y cuando los opositores a esta medida comenzaron a insultar a los miembros de la junta médica, aunque eso no detuvo la aprobación de dicha norma.