De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los problemas de sobrepeso se encuentran entre las principales causas de incontables afecciones que comprometen el bienestar general. Los tratamientos para bajar de peso abarcan desde el uso de fármacos y métodos poco invasivos hasta cirugías.

En términos de tratamientos no quirúrgicos, el balón gástrico ajustable es un método que se adecúa al perfil del paciente adaptándose conforme avanza en el tratamiento.

Tratamiento de adelgazamiento prolongado

El balón ajustable es un dispositivo que, una vez implantado en el estómago, restringe la cavidad gástrica para generar sensación de saciedad. De esta forma, el paciente necesita una cantidad menor de alimentos para sentirse satisfecho.

A diferencia del método convencional, el balón gástrico ajustable sin cirugía puede tener una permanencia de 12 meses, teniendo como objetivo eliminar el círculo vicioso hambre-ansiedad. El lugar que el dispositivo ocupa reduce la sensación de apetito, permitiéndole al paciente reeducar sus hábitos alimenticios.

Considerando que la persona aprende a comer, combinar el tratamiento con la práctica de alguna actividad física, elimina las probabilidades de sufrir el temido “efecto rebote” que suele ser característico de otros tratamientos.

Método 100% personalizado ​

El dispositivo está diseñado para una implantación de 12 meses. Aunque todo depende del perfil del paciente, el tratamiento permite, por media, perder alrededor de 15 a 25 kilos. Su efectividad es inmediata, los efectos son percibidos desde el primer día.

La posibilidad de ajustar el volumen del balón, garantiza un tratamiento totalmente personalizado. El paciente, tendrá que acudir a las consultas de seguimiento hasta la fecha pautada para su extracción.

Sin riesgos ni cicatrices ​

El procedimiento sigue un curso similar al de una endoscopia, por lo que apenas requiere sedación, descartando los posibles efectos secundarios de la anestesia. Asimismo, no supone incisiones ni hospitalización, el paciente regresa a casa el mismo día de la implantación.

El balón es insertado por vía oral y, una vez dentro del estómago, se emplea el pequeño tubo que incorpora el dispositivo para rellenarlo de suero fisiológico. Tanto la colocación como los procedimientos de ajuste, tienen una duración promedio de 15 a 20 minutos.

La reincorporación a las actividades diarias varía en función de la capacidad del cuerpo para adaptarse al dispositivo, generalmente, el paciente retoma sus actividades cotidianas superadas las 48 horas después de implantarse el dispositivo.

Perfecto para pacientes intolerantes a los balones gástricos convencionales

En promedio, uno de cada diez pacientes experimenta intolerancia a la implantación de un balón gástrico convencional para perder peso. La posibilidad de ajustar el volumen del dispositivo que ofrece el método, evita la necesidad de retirarlo facilitando la sensación de malestar.

El nivel de adecuación es lo que permite a los gastroenterólogos completar un tratamiento eficaz y libre de molestias.

Las probabilidades de fracasar son mínimas, de hecho, entre los métodos no invasivos, el balón gástrico ajustable presume de la más elevada tasa de efectividad.

En definitiva, el balón gástrico ajustable es la solución idónea para las personas que no solo desean perder peso, sino aprender a llevar una alimentación más responsable con su salud, así como disfrutar resultados permanentes.