Niños africanos son obligados a comer gusanos y termitas como parte de un experimento respaldado por el gobierno británico
El gobierno del Reino Unido está financiando un experimento para evaluar el efecto de la ingesta de “alimentos a base de insectos” en el estado nutricional de los niños de Zimbabue, una práctica impulsada por los ecologistas como una opción dietética “sostenible”.
El proyecto respaldado por el Instituto de Investigación e Innovación del Reino Unido (UKRI) consiste en alimentar diariamente durante un año a niños pobres de escuelas primarias con gusanos de mopane y harina de termitas soldado. El estudio examinará los efectos del suplemento de insectos en la altura, el peso y el estado de micronutrientes de los niños, así como en su función cognitiva, determinada por su rendimiento escolar.
El resumen del proyecto señala que los alimentos a base de insectos son “culturalmente aceptables” en la región africana, ya que los polvos de termita soldado y de gusano de mopane han sido utilizados tradicionalmente por algunas comunidades rurales de Zimbabue para evitar la desnutrición durante la sequía y las malas cosechas.
El carácter experimental del estudio queda subrayado por la afirmación de la descripción del proyecto de que “falta el vínculo mecánico entre el consumo de insectos y la salud”, a pesar de su afirmación de que los insectos comestibles son “una valiosa fuente de nutrientes que incluye aminoácidos esenciales, contenido mineral y ácidos grasos esenciales”.
La descripción del proyecto no menciona los posibles efectos negativos para la salud del consumo regular de insectos, que han sido advertidos por el doctor Joseph Mercola. Él ha señalado que los insectos contienen quitina, que, según los estudios, es un “compuesto altamente inflamatorio e inductor de alergias”.
Por ejemplo, científicos de la Universidad de California en San Francisco han descubierto que la quitina “desencadena una respuesta inflamatoria alérgica en los pulmones de los ratones”, e incluso están investigando si algunas personas son “más propensas al asma porque son menos capaces de controlar su exposición a la quitina inhalada.”
Su investigación plantea la cuestión de si el gobierno del Reino Unido y todos los implicados en el experimento de Zimbabue son conscientes de que los científicos están investigando la “hipótesis” de que la quitina provoca inflamación y alergia.”
Otras preocupaciones de seguridad con respecto al consumo de insectos se plantean en un estudio publicado en 2019, que encontró parásitos en el 81 por ciento de las granjas de insectos examinadas. En el 30 por ciento de esos casos (91), los parásitos “eran potencialmente patógenos para los humanos.” El estudio calificó a los insectos comestibles como “un reservorio subestimado de parásitos humanos y animales”.
Mientras que el experimento financiado por el Reino Unido tiene como objetivo combatir la desnutrición, los movimientos para desacreditar la agricultura tradicional y normalizar el consumo de grillos y otros insectos a nivel mundial se han intensificado en los últimos años, en nombre de unos hábitos de consumo más “sostenibles”.
Un reciente vídeo de Business Insider ha promocionado los grillos por contener “más proteínas que la carne de vacuno, y enfatizaron que estos no provocan ningún daño ambiental”.
Lauren Keegan, ex directora general y asesora de Entomo Farms, explicó a Business Insider que el motivo de la cría de grillos surgió de la búsqueda por parte de “muchos fabricantes y empresarios” de “fuentes de proteínas más seguras y sostenibles para añadir a su producto”.
La doctora Sarah Beynon, fundadora de la Granja de Bichos de Pembrokeshire, declaró a The Guardian a principios de septiembre: “También estamos animando activamente a la gente del mundo desarrollado a incluir insectos en sus dietas.”
En 2021, el Foro Económico Mundial (FEM) del autor de Great Reset, Klaus Schwab, afirmó que “tenemos que dar a los insectos el papel que merecen en nuestros sistemas alimentarios”.
El fundador de Microsoft, Bill Gates, considerado el mayor propietario privado de tierras de cultivo en Estados Unidos, invirtió 100.000 dólares en 2019 en una start-up de cultivo de insectos, según el FEM, que ha afirmado que los insectos tienen “margen para alimentar al mundo”.
Podrían empezar este experimento de comer gusanos con los hijos de las familias reales y de los grandes magnates que estudian en esos colegios privilegiados, carísimos y elitistas de Inglaterra en vez de experimentar primero con unos niños de Zimbabue.
Los “filántropos”: Ya saben lo que recomendaba aquel falso ídolo, incestuoso, racista, dipsómano, embustero empedernido y lacayo de las catacumbas de la City (endeudadora de la población): – “Esfuérzate por mantener las apariencias que el mundo te abrirá crédito para todo lo demás.” (Churchill)
https://anunnakibot.blogspot.com/2022/09/24-10-anunnakibot-los-filantropos.html
Africanos?
http://sobrelatierra.agro.uba.ar/los-fideos-de-grillo-buscan-un-espacio-en-la-dieta-argentina/
Saludos desde el país del asado.
Tal vez sobran insectos…y podrían comerse. No digo que no.
Pero que faltan guillotinas es un hecho incuestionable.
La élite nazi anglosionista se aburre y copia ideas macabras de los films siniestros. Por ejemplo “Los comegusanos” obra de 1977 que ya te advierte en la portada del film que es “terrorífica sobre una dieta repugnante” pues la élite satánica con más motivo para introducirlo en la sociedad por el simple hecho de hacer el mal, porque la élite no conoce otro camino. Hasta que el pueblo no se revele empezando por los grandes medios de comunicación que son indispensables para que la Agenda satánica 2030 se acepte, seguiremos asistiendo a este tipo de pisoteo contra la dignidad humana.… Leer más »