Rafael Casanova y la Diada
José Alberto Cepas.- Con la idea de que lo sepa quién lo tenga que saber, de una vez por todas, Rafael Casanova, tan admirado por Arturo Mas, Junqueras y sus acólitos, fue el único responsable de las muertes que se produjeron sólo en Barcelona (y no en toda Cataluña como pregonan), en septiembre de 1714, por negarse a aceptar el ofrecimiento de paz ofrecido por las tropas francesas, mandadas por el mariscal duque de Berwick, y aconsejado también por las inglesas, de aceptar las condiciones que había propuesto Felipe V y que trece años antes anunció antes las Cortes de Cataluña en el monasterio de San Francisco que mantendría sus fueros en una reunión claramente aplaudida por los asistentes – reconocido por Narciso Feliu de la Penya (abogado catalán y cronista oficial de la historia de Barcelona durante los años de la rebelión), pero que con la amarga experiencia de Aragón y Valencia, el rey cambió de opinión, empeñándose en enfrentarse sólo contra las tropas borbónicas. Así le fue.
En junio de 1713, las Cortes de Cataluña se reunieron en el Palacio de la Diputación de Barcelona. Después de muchas objeciones y votaciones, dos de los tres “braços” (brazos: eclesiástico, militar y popular) que componían el poder en Barcelona (no en Cataluña) votaron a favor de la lucha y por tanto se le declaraba la guerra a Felipe V, el 9 de julio de 1713. Rafael Casanova (“conseller en cap” de la Diputación), el 4 de septiembre, fue a ver a Berwick, sin compañía de ningún militar, pero aquél no quiso hablar de la rendición. Villarroel, general que mandaba las tropas catalanas, y que con anterioridad había servido a las órdenes de Felipe V, no veía sentido a la negativa por lo que dimitió de su cargo.
El 11de septiembre fue la última desesperada defensa de Barcelona, ante las tropas borbónicas con la pérdida de muchas vidas. La decisión de no rendirse fue únicamente de Casanova. Este señor tan “valiente”, estaba durmiendo el día del asalto de las tropas borbónicas, fue avisado y se presentó en la muralla con el estandarte de Santa Eulalia para dar ánimos a los defensores. Herido sin importancia por una bala en un muslo, fue trasladado al Colegio de la Merced, donde se le practicó una primera cura.
Tras caer la ciudad en manos de las tropas de Felipe V, quemó los archivos, se hizo pasar por muerto y delegó la rendición en otro consejero. Huyó de la ciudad disfrazado de fraile y se escondió en una finca de su hijo en Sant Boi de Llobregat. En 1719, fue amnistiado y volvió a ejercer como abogado hasta retirarse en 1737. Murió en Sant Boi de Llobregat en 1743, treinta y dos años después de la rendición de Barcelona. Vivió felizmente mientras muchos otros murieron miserablemente. Visto retrospectivamente, aquel trágico 1714, ahora idealizado tras una cortina de humo de desinformación y manipulación, el “conseller en cap” Rafael Casanova decidió que era mejor para miles de personas morir que alcanzar un acuerdo político. Sus colegas protestaron, pero tenía los votos de su parte, y la ciudad de Barcelona (no Cataluña) declaró la guerra a los ejércitos y armadas de Francia y España, y a la mitad del pueblo de Cataluña.
¿Qué es la famosa diada? Un folclorista, Manuel Milá i Fontanals, publicó el texto de una vieja canción en su “Romancerillo catalán” (1882) y a los versos se les adaptó una melodía en 1892. En 1899, la letra se acortó para que la canción se pudiera utilizar como una especie de melancólico himno nacional, “Els segador”, que aunque no resultaba estimulante no tuvo competidor, y pronto alcanzó un estatus oficial. Fue adoptado oficialmente como himno de Cataluña en 1993. Otro tipo de música, la danza llamada “la sardana”, de la época medieval tardía, también se formalizó, limpiándola de cualquier indicio de sensualidad, y fue adoptada como una danza “nacional”, muy católica.
Después, y desde 1901 los regionalistas escogieron arbitrariamente un día de septiembre como “día nacional” o “diada”, que actualmente se celebra cada 11 de septiembre. Por cierto, hay que recordar también que la entrada en Barcelona de las tropas borbónicas se realizó el 12 a mediodía, y no el 11, como también pregonan, y se entregaron las banderas de Barcelona, no de Cataluña, a la armada real dos días después. Que también se sepa.
El punto es que el pseudonacionalismo barcelonés está basado sobre la inestable base de mentiras y odio, qué bueno puede esperarse de los farsantes como Arturo Mas?
Sr. Pablo Lugo: Más que odio, yo diría mentiras y manipulación de la historia. En el fondo es la negativa acérrima a no reconocer la realidad de lo que realmente paso y crear su propia historia.
Gracias por su comentario. Un saludo.
Sr. José Alberto Cepas, cuando leo otros foros y aparece alguien escribiendo en buen español calumnias contra España, usualmente ha acontecido que se descubre que la persona era de Cataluña o Mallorca. Hay algo psicológico anormal para dedicarse a insultar todo lo hispano, como si su proyecto de vida es dejar de ser español. Afortunadamente como propagandistas de la hispanofobia son pésimos argumentando.
Desgraciadamente, no le falta razón.
Buen texto, de forma resumida explica lo que ocurrió, añadir que gracias a las tropas enviadas desde Castilla al mando de Antonio de Villarroel, unos 700 efectivos militares en apoyo a Casanova pudieron repeler los ataques de las tropas de Felipe V, de hecho Felipe V empezaba a retroceder hacia Zaragoza, pero un pelotón de catalanes de Camprodón en apoyo a los borbones atacó a la ciudad y venció a los tropas austriacistas de R. de Casanova, o sea, que fueron catalanes los que derrotaron a R. de Casanova. Esto hay que tenerlo en cuenta, los catalanes que apoyaron a… Leer más »
Rectifico: “Fueron varios batallones de catalanes de Camprodón los que derrotaron finalmente a Rafael de Casanova y a las tropas autriacistas”.
Sr. Inicio: Gracias por leer mi artículo.
Opino igual que usted. Ignoraba el tema de Camprodón. Aunque en el artículo reflejo que Casanova, o sea sólo Barcelona, declaró la guerra a Felipe V y a “la mitad del pueblo de Cataluña”.
Gracias por su comentario. Un saludo.
Magnífica aclaración José Alberto.
La historia es la historia y nadie debe manipularla. Se podrá estar de acuerdo o no, pero lo que tuvo lugar entonces no puede ser cambiado ni contado a capricho de cualquier oportunista.
Felicidades
Y continuo con su comentario Sr. Román: “Si la historia dice que eso es lo que ocurrió, pues eso es lo que ocurrió”. Punto.
Gracias.
Esto que cuenta este articulo, señor Cepas, es lo mismo que yo he leído en otras fuentes fiables, y que demuestran la enorme y elástica “mentira” que se ha montado el nacionalismo catalino para justificar sus estupideces.
Muchas gracias por su documentada aportación, señor Cepas.
Sr. Don Gato: gracias por su amable comentario. Soy el autor.
Eso fue lo que ocurrió realmente, tanto si gusta o no a los “masistas”.
Un saludo.
Excelente aclaración histórica, señor Cepas. Mentir con los hechos históricos, como es costumbre en algunos lares, no trae más que disgustos y frustraciones a largo plazo. Ahora muchos lo sabrán, pero, ¿cree usted que les importará una higa? Al revés, preferirán seguir en el error pues ese error les hace vivir en un estado de victimismo constante que les lleva a poder hacer casi todo lo que quieran. Y el que esté en contra, fascista, nazi o españolazo. ¿Qué nos hemos creído aclarándoles las cosas? Hasta ahí podríamos llegar… Y además España les roba, a los pobres.
Gracias por su comentario Sr. Ay.
Efectivamente, tiene usted razón. Les importa una higa o dos o tres…. etc.
Pero creo que los españoles de bien, como usted, tienen (tenemos) que dar la murga una vez y otra y otra y otra…..etc., de la forma que sea.
¡Maldito Rajoy que no hace nada!
Un abrazo.
Por supuesto que dar la murga, sin pausa además. Gracias por querer seguir que muchos conozcamos la realidad y no someterse a la imbecilidad rampante que asola España (ahora llamada “este país”). Por cierto, y se me ocurre ahora, si España es “este país”, Francia o Portugal deberían ser “ese país” y Rusia o Japón “aquel país”, pero veo un día tras otros que al resto de países se los denomina con su nombre de siempre. Qué curioso, ¿verdad? Alguno dirá: “es que con “ese país” no sabemos de qué país se trata. Correcto, me refiero a que, una vez… Leer más »
Tiene toda la razón.