Podía haberlo pensado antes y evitado así el mal trago de su mitin en Marbella, que tanto daño electoral causó a Vox, no por lo que dijo, sino por cómo lo dijo: con su voz de ultratumba y su diabólica mirada, como si estuviera oteando el horizonte penumbroso que le esperaba a Olona.

Hablamos de Giorgia Meloni, líder de Fratelli d´Italia, y que la izquierda italiana asocia a la extrema derecha y a tendencias fascistas. Meloni ha desmentido dicha ideología en su formación y ha publicado un vídeo en redes sociales, en el que sale hablando en italiano, inglés y español, condenando el fascismo, y asegurando que, desde su formación, se oponen “enérgicamente a cualquier deriva antidemocrática”.

Meloni también ha querido señalar que la posición de su partido “en el campo occidental es clara y cristalina, como hemos demostrado una vez más al condenar la brutal agresión rusa contra Ucrania y contribuir desde la oposición a fortalecer la posición italiana en Europa e internacionalmente”. Asimismo, ha resaltado los vínculos políticos y valores compartidos que mantienen desde Fratelli d´ Italia con los tories en Reino Unido, con el Partido Republicano en Estados Unidos o con Likud en Israel.

Las encuestas, que dan una victoria ajustada a Giorgia Meloni, han desatado una reacción de unidad en la izquierda, que ya ha unido a cinco partidos en una coalición para evitar que la líder de Fratelli d´Italia gane los comicios. La coalición está encabezada por los socialdemócratas del Partito Democratico que lidera Enrico Letta (primer ministro entre abril de 2013 y febrero de 2014), Impegno Civico, encabezado por Luigi di Maio, Alleanza Verdi y Sinistra, comandados por Nicola Fratoianni y Angelo Bonelli, y los liberales de Più Europa, con Benedetto Della Vedova como líder.

Actualmente, existen desavenencias en la coalición de izquierda, porque los mandatarios de Sinistra, los anticapitalistas de la coalición, están solicitando que los antisistema del Movimiento 5 Estrellas también se unan y puedan así contribuir a un mayor fortalecimiento de la coalición. Sin embargo, el Partito Democratico no quiere incluirlos, temiendo que el radicalismo de los populistas baje la intención de voto para ellos y provoque una mayor desmovilización entre sus partidarios.