Mimi Nguyen Ly.- La empresa química más grande del mundo, la alemana BASF, está dispuesta a reducir aún más su producción de amoníaco, un ingrediente clave de los fertilizantes, en medio del aumento de los precios del gas natural.

“Estamos reduciendo la producción en las instalaciones que requieren grandes volúmenes de gas natural, como las plantas de amoníaco”, dijo el director ejecutivo de BASF, Martin Brudermueller, en una conferencia de prensa el 27 de julio después de la publicación de los resultados del segundo trimestre de la empresa.

En septiembre de 2021, BASF redujo la producción de amoníaco en su sede en Ludwigshafen, Alemania, así como en su gran complejo químico en Amberes, Bélgica.

Para llenar los vacíos en el suministro, BASF comprará algo de amoníaco a proveedores externos, dijo Brudermueller.

El amoníaco es un ingrediente clave en la producción de fertilizantes. También juega un papel clave en la fabricación de plásticos y líquido de escape diésel. Su producción también produce dióxido de carbono de alta pureza como subproducto, que es necesario para las industrias de la carne y las bebidas gaseosas.

Las empresas químicas son los mayores usuarios industriales de gas natural en Alemania y el amoníaco es el producto que más gas consume dentro de esa industria. La producción de amoníaco suele representar alrededor del 4,5 por ciento del gas natural utilizado por las industrias alemanas.

El mayor productor de amoníaco de Alemania, SKW Piesteritz, y el número 4, Ineos, han declarado por separado que no pueden descartar cortes de producción en medio de la interrupción del suministro de gas ruso.

A diferencia de muchos países europeos, Alemania no tiene terminales portuarias de gas natural licuado para reemplazar el gas de tubería ruso. Eso significa que las empresas están bajo presión para reducir las actividades intensivas en gas si las entregas de gas se recortan aún más.

El productor de gas ruso Gazprom comenzó a reducir el 27 de julio su suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1, la principal ruta de entrega a Europa para el gas ruso. Los suministros se redujeron a una quinta parte, o 20 por ciento, de la capacidad total del oleoducto. La caída se produce después de que la tubería se reinició el 21 de julio, luego de una interrupción de mantenimiento programada de 10 días.

En un esfuerzo por impulsar la seguridad energética de la región, la Unión Europea anunció el 26 de julio una “reducción voluntaria” de la demanda de gas natural en un 15 por ciento para el invierno.

Brudermueller dijo que en 2023, los agricultores verían altos costos de fertilizantes y la disponibilidad de fertilizantes podría ser peor.

“La principal aplicación del amoníaco es para fertilizantes, y eso es para producir alimentos. Para este año, eso no va a ser un problema porque todos los agricultores ya compraron sus fertilizantes y ya los usaron en su campo. La cosecha ya se está dando”, dijo. “La próxima disponibilidad será peor porque la capacidad no va a estar y la próxima es el precio. Los precios de los fertilizantes se están disparando.

“Y luego los agricultores se verán obligados a ahorrar dinero y solo usarán el mínimo de fertilizantes en su campo. También podría significar que la cosecha será menor. Si hay problemas climáticos, [resultaría en] una situación de escasez de cultivos importantes”.

También señaló que los países más pobres al final de la cadena de suministro de alimentos enfrentarían desafíos importantes.