Y por si fuera poco… ¡ahora también una sequía histórica! La maldición de Cuelgamuros no dará tregua hasta que se vaya Sánchez
Imperceptible para la vista humana, desde el Valle de los Caídos desciende y recorre España la maldición de Cuelgamuros. Justa venganza política contra la inquina y la cobardía de los que ofenden a los muertos y traicionan a la Patria.
La Basílica es una fortaleza del catolicismo español custodiada por las mismas huestes celestiales, por la flor y nata de las advocaciones marianas de España, por una fabulosa pléyade de santos y mártires españoles, por un formidable ejército de ángeles invisibles, potestades y dominaciones que se tomarán cumplida venganza de cada blasfemia cuando en el Armageddón las puertas del infierno sean clausuradas para siempre.
Porque ellos tendrán su satánico «ojo de Horus», pero estas fuerzas celestiales también tienen ojos, ojos que miran, y manos que anotan en el Libro de la Vida todas sus fechorías, todas sus perversidades, todos sus pogroms, todas sus desamortizaciones y blasfemias.
Nos viene ahora a la memoria el tremendo final de la leyenda becqueriana titulada «El Beso», que narra el acontecimiento sobrenatural que sucedió en la iglesia de san Pedro Mártir de Toledo, durante la Guerra de la Independencia, cuando un capitán francés borracho se dispuso a besar la estatua mortuoria de Elvira de Castañeda, esposa del conde de Fuensalida, Pedro López de Ayala, cuya escultura se encontraba al lado de la de su mujer: «El joven ni oyó siquiera las palabras de sus amigos y, tambaleando y como pudo, llegó a la tumba y aproximóse a la estatua; pero al tenderle los brazos resonó un grito de horror en el templo. Arrojando sangre por ojos, boca y nariz, había caído desplomado y con la cara deshecha al pie del sepulcro […]: En el momento en que su camarada intentó acercar sus labios ardientes a los de doña Elvira, habían visto al inmóvil guerrero levantar la mano y derribarle con una espantosa bofetada de su guantelete de piedra».
Y, donde no lleguen los guanteletes flamígeros de los ángeles custodios, les alcanzará «la maldición de los Caudillos», que dejará en pecata minuta la maldición de los faraones, el anatema de Tutankamón.
Porque, cuando intenten profanar la Basílica y la tumba de Franco, se activará la maldición celestial, que, parafraseando la maldición del faraón egipcio, dice que «La muerte golpeará con su miedo a aquel que turbe el reposo del Caudillo».
SEQUÍA HISTÓRICA
El día 25 de julio de 1982 se declaró alerta roja por sequía en España. Este año el invierno ha sido seco y la primavera también, ante la falta de lluvias. Especialmente lo que preocupa es que podamos llegar a tener alertas por sequía en nuestro país. Además, este verano está siendo muy seco como consecuencia de las altas temperaturas y las numerosas olas de calor.
El índice SPI se encarga de cuantificar el déficit de precipitación para diferentes escalas temporales y así, poder evaluar el déficit de precipitación sobre la disponibilidad de los distintos tipos de recursos hídricos. Actualmente, en España el índice de SPI se encuentra por debajo de menos uno, lo que indica que los niveles de sequía son notables.
Además, subrayar que esta situación no afecta solo a España, sino que también impacta en un 46% al territorio europeo.
“Podemos señalar que la secuencia de sequía que estamos viviendo en este año 2022 comenzó durante el verano y el otoño de 2021”, incide el meteorólogo Jorge Olcina. Por lo tanto, el 2021 marcó el comienzo de esta secuencia que se está prorrogando durante el verano de 2022. Esta sequía se originó por la escasez de precipitaciones en muchas cuencas hidrográficas del centro y del sur de España, ya que comenzaron a ser más inferiores a los valores normales. Esto se ha agravado durante el 2022 porque han disminuido las aportaciones a los embalses y acuíferos.
“La sequía actual en España está comenzando a manifestar efectos en el campo y puntualmente está generando en algunas zonas déficit de abastecimiento urbano”, subraya Jorge Olcina. Las poblaciones con depósitos de poca capacidad comienzan a tener este problema urbanamente, es por ello, que algunas localidades están aplicando restricciones de agua. Entre estas poblaciones se encuentran Cataluña, Andalucía y Galicia.
“Sequía ya hay, en este momento. Pero todavía puede ir a peor. A mucho peor”. Lo advierte a Nius Fernando Llorente, colaborador de Meteored. “Todo apunta a que podríamos acercarnos a otra sequía histórica”. ¿Por qué? Porque el panorama del que venimos es malo y el previsto para los próximos meses no es mejor. Venimos de un invierno seco, una primavera muy seca, el verano está siendo seco y el otoño, al menos el inicio, también seguirá esa estela.
Las predicciones de la AEMET, a tres meses vista, no son “nada halagüeñas”, explica Llorente. “Necesitaríamos que lloviese mucho y durante mucho tiempo. Y eso no se ve que vaya a ocurrir”, advierte. “La sequía ya la tenemos, tanto la meteorológica como la fisiológica. Si no llueve en otoño, esa sequía se va a acentuar. Y no nos valen precipitaciones normales, además. Para recuperarnos, necesitamos lluvias abundantes y duraderas, pero no torrenciales”. Si eso no ocurre, dice, a finales de otoño hablaríamos ya de una sequía “gordísima, histórica”.
Llorente asegura que la situación es complicada desde hace meses, muchos ya. “Desde el invierno, si no antes, yo estoy avisando de que la sequía está ahí. El que no lo vea es porque no quiere verlo”.
Para saber hacia dónde vamos, hay que consultar la predicción estacional de la AEMET. “Si viniese un otoño lluvioso, la situación se podría aliviar algo, pero el otoño viene bastante seco”, advierte también Torrijo. Aunque insiste: “Las predicciones estacionales tienen una fiabilidad bastante limitada. Son probabilidades y muchas veces no se cumplen”. Y recuerda que “la sequía es un proceso cíclico en el clima mediterráneo, casi cada década hemos tenido una sequía larga en España. Es inherente a nuestro clima”.
Llorente es más contundente. “Vamos a llegar a septiembre con nuestros embalses muy por debajo de la media de los últimos 10 años. Si el otoño, al menos al inicio, no parece que pueda darnos precipitaciones importantes, la situación puede ser muy crítica”.
Ahora mismo, la reserva hídrica en España no llega ni a la mitad de su capacidad. Según los últimos datos publicados por el MITECO este martes los embalses están, de media, al 43,2% de su capacidad total. Eso son 24.260 hectómetros cúbicos. El nivel de agua embalsada es inferior al de año pasado por estas fechas, y mucho más bajo todavía si lo comparamos con la media de los 10 últimos años. Si se tiene en cuenta sólo el agua embalsada para uso humano y la agricultura, la capacidad almacenada sólo llega al 39,6%.
Lo peor está en las cuencas del Guadiana y el Guadalquivir. Esta última es la más crítica. Allí, los embalses están al 26,4%, cuando la media de los últimos 10 años es del 59%. Según la predicción elaborada por Llorente, esta cuenca podría bajar hasta el 22% en septiembre. “Eso es muy grave”, advierte.
A nivel general, ha calculado que la reserva hídrica podría bajar desde este 43% actual hasta una horquilla que iría del 37% al 34%, a principios de septiembre. Son datos muy preocupantes.
Llorente apunta, además, otra cosa. “Si sigue sin llover y siguen bajando los embalses, vamos a tener menos margen de producir energía hidroeléctrica, lo que implica que habrá que tirar más de las demás fuentes de energía, como el gas, con lo que ello conlleva”.
Las eléctricas osea el gobierno vacía los embalses mientras fumigan tòxicos de geoingeniería SECANTES que impiden la lluvia.?
Está todo inventado y lo usan para hacer el mal.
El plan es simple: los gobiernos títeres generarán casos falsos de Covid y viruela del mono porque tienen miedo de ver a la gente que tome el poder como en Sri Lanka. “Variantes falsas” y manipulación del clima, sequía artificial y granizos del tamaño de una pelota de tenis son causa de la geoingeniería. Luego está la quema de bosques por parte del desgobierno, desde bloqueos (cuarentenas) de Covid hasta bloqueos (cuarentenas) climáticas. Alerta Roja
Pues esto no es nada cuando saquen a José Antonio y vuelen la Cruz del Valle de los caídos que Dios nos pille confesados a los españoles
Y se os olvida la viruela del mono y la inflación, claras consecuencias de la maldición.
Recuerdan uds lo de “la pertinaz sequia” o ya se les ha olvidado