El máximo asesor económico del ex presidente Barack Obama encabezó un evento patrocinado por un grupo de influencia respaldado por el Partido Comunista Chino poco antes de instar a la Casa Blanca de Biden a retirar los aranceles de la era Trump contra China.

Jason Furman participó en la Conferencia sobre China de la Harvard Kennedy School de 2022, patrocinada por la Fundación de Intercambio China-Estados Unidos (CUSEF).

El CUSEF forma parte del Departamento de Trabajo del Frente Unido del Partido Comunista Chino, que busca “cooptar y neutralizar las fuentes de oposición potencial a las políticas y la autoridad de su Partido Comunista Chino en el poder” e “influir en los gobiernos extranjeros para que tomen medidas o adopten posturas que apoyen las políticas preferidas por Pekín”, según el gobierno estadounidense.

El Departamento de Estado de EE.UU. también compara el Frente Unido con el “arma mágica” del régimen chino para promover su agenda en EE.UU.

En la práctica, el CUSEF ha desplegado esta táctica sobre periodistas y ex congresistas estadounidenses, ofreciéndoles viajes gratuitos al país a cambio de una “cobertura favorable”, según los archivos de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA).

Furman, que fue durante ocho años uno de los principales asesores económicos del ex presidente Obama en el papel de presidente del Consejo de Asesores Económicos desde agosto de 2013 hasta enero de 2017, habló durante el panel del evento “Relaciones económicas entre Estados Unidos y China en tiempos inestables: desafíos y oportunidades por delante.”

“En medio de las actuales incertidumbres geopolíticas, la cooperación económica entre EE.UU. y China se enfrenta a grandes retos. Los panelistas debatieron cómo mantener una relación comercial justa y sostenible entre EE.UU. y China, cómo garantizar la estabilidad de los mercados financieros y cómo crear más oportunidades de cooperación en el futuro”, explicó un resumen del panel.

Durante su intervención en el acto, Furman pareció apoyar la controvertida iniciativa “La Franja y la Ruta” del Partido Comunista Chino, un componente clave de los esfuerzos del régimen por expandir su control a nivel mundial mediante préstamos predatorios para infraestructuras:

“No me asusta en absoluto la Franja y la Ruta. Creo que puede desempeñar un papel constructivo en algunos países. Creo que en algunos casos las condiciones de los préstamos y demás no son tan deseables para los países, pero son cuestiones que China debe resolver con otros países.

Furman también se opuso a la “desvinculación” de las economías de ambos países.

Celebrado el 26 de marzo de 2022, el evento tuvo lugar poco antes de que Furman, que ahora trabaja como profesor de Aetna de la Práctica de la Política Económica conjuntamente en la Harvard Kennedy School (HKS) y el Departamento de Economía de la Universidad de Harvard, apareciera en la MSNBC instando al presidente Joe Biden a retirar los aranceles impuestos por Trump contra el Partido Comunista Chino.

“Me encantaría que levantaran la mayoría de los aranceles que impuso el presidente Trump. Eso bajaría la inflación directamente, aumentaría la competencia y la economía e indirectamente, y bajaría los precios aún más”, afirmó Furman en una entrevista del 10 de mayo de 2022.

“Este sería el mayor paso que podría dar, que no ha dado hasta ahora”, reiteró mientras esbozaba cómo la Casa Blanca podría combatir la creciente inflación.

Furman es el último de los innumerables funcionarios actuales y anteriores del gobierno estadounidense cuyos vínculos con el Partido Comunista Chino parecen estar influyendo en las políticas que promueven.