Vox Málaga no acudió a un debate electoral sobre farmacia por no tener a nadie cualificado
El Club de Opinión Farmacéutico Malagueño ha organizado una mesa redonda en el Hotel NH Málaga para este viernes 25 de mayo, a las 20,30 horas, que lleva por título “Apuntando al futuro de la farmacia andaluza”.
Según explican los propios organizadores, “se trata de analizar, con las distintas fuerzas políticas andaluzas, la situación de la Farmacia y su expectativa de futuro”. A la mesa redonda ya han confirmado su asistencia Esperanza Oña, vicepresidenta primera del Parlamento andaluz, que asistirá en representación del PP, y Javier Marín Alcaraz, secretario de Sanidad del PSOE de Málaga.
Una vez más, Vox Málaga pone el punto sainetesco al anunciar a los organizadores que no mandarán a ningún representante por problemas de agenda. El problema de agenda no es otro que la inexistencia de un solo miembro del partido en Málaga que pueda mantener un nivel decoroso en un debate sobre farmacia. Antonio Sevilla sabe tanto de farmacia como de termodinámica. En general el número 1 de la lista de Vox sabe de pocas cosas.
Respecto a la número 2 de la lista, Purificación Fernández, es dudoso que sepa diferenciar un ibuprofeno de una gominola. Lo suyo son los panales de abejas y estar cerca el jefe. Eso sí, a Purificación le han prohibido que escriba estos días en redes sociales para evitar que sus faltas ortográficas sean tan visibles. Del tercero de la lista, el nada ejemplar Antonio Luna, nos van a permitir que no digamos nada ya que nos entra la risa tonta con solo imaginarlo en tal evento y con tan doctos interlocutores.
Conste que nos parece bien que Vox haya preferido ausentarse de la mesa redonda sobre farmacia antes que hacer el ridículo. Lo que nos parece mal es que en todo Vox Málaga no haya una sola persona capacitada para hablar de estos asuntos sanitarios con una cierta autoridad. Aunque inicialmente se pensó en la parlamentaria sevillana María José Piñero para lidiar la faena, ésta finalmente no podrá participar por problemas de agenda. Así las cosas, lo más a mano que tenía Vox era el veterinario Eugenio Moltó. El problema es que como orador, Moltó es más cortito que un diálogo de los teletabis. Pero al menos éste sí sería capaz de diferenciar un test de embarazo de un test antidrogas.
Así que esto es lo que hay. Un partido como Vox no tiene a nadie para que lo represente en un debate sobre farmacia. Hace cuatro años contaba con el farmacéutico Pedro Barceló, que dejó el pabellón del partido en lo más alto. El problema es que Barceló, como toda la gente que tenía algún prestigio, decidió tomar las de Villadiego.
Cuando reduces el papel del militante de base al de pagacuotas, cuando los afiliados no se sienten protagonistas del devenir de los acontecimientos, cuando se les engaña o se les oculta información, cuando se les desprecia y se les humilla, cuando a los años de militancia antepones un engordado curriculum de alguien que hasta hace unos días pertenecía a otro partido, cuando traicionas a tus mentores o cuando sublimas la mediocridad y destierras a los mejores, entonces es lógico que no se tenga a nadie preparado para que represente dignamente al partido en un debate con personas del máximo nivel.