Caprichos para hacer las sesiones de estudio más llevaderas
Una silla realmente cómoda, esos rotuladores que huelen a frutas o un cajón lleno de recompensas saludables. Son pequeños detalles que pueden convertir tus maratonianas sesiones de estudio en un motivo de orgullo y un refugio frente a la incertidumbre del día del examen.
En aprobare.es lo tienen claro: tomarse en serio la planificación de las jornadas de estudio previas a un examen, es una de las claves del éxito. A menudo nos centramos en repartir el listado de temas por el calendario, determinar los plazos para hacer resúmenes y repasar, dejando de lado la más pura intendencia.
¿Cómo afecta la comodidad a la hora de estudiar?
Antes de nada, dejemos algo claro: estudiar, en el más puro sentido de memorizar para luego “vomitar” las respuestas durante el examen, nunca apetece. Hablamos de pasar horas poniendo a prueba nuestra voluntad para no escaquearnos a por un café. ¿Algún opositor se ha planteado alguna vez aprender? No, su objetivo es aprobar. El de este artículo, ponértelo un poco más fácil para que consigas tus objetivos académicos.
Encuentra un sitio cálido, limpio y aislado
¿Te imaginas tener que privarte de horas de sueño, levantándote de la cama en una casa helada para sentarte a estudiar en una silla que te deja dolor de espalda? Empezar así el día es una tortura que pasa factura. Lo primero que necesitas es habilitar un lugar apropiado para estudiar. Una advertencia: no vale la encimera de la cocina, un taburete en el salón ni un rinconcito del dormitorio.
1. Debe estar aislado y funcionar (auditivamente) como un refugio. Si esto último no es posible, utiliza tapones o cascos de insonorización.
2. Es mejor que sea exclusivo, es decir, que no lo utilices para nada más y esté separado de tu lugar de descanso.
3. Busca la comodidad. Cuanto más a gusto estés dentro, menos te tentará salir.
4. Reúne en él todo lo que te pueda servir de excusa para “un descanso”.
5. Diseña un espacio visualmente limpio y sin distracciones. Confortable y acogedor, pero sin apenas decoración.
Invierte en papelería
Puede parecer algo pueril, pero instintivamente buscamos los colores y formatos que mejor nos ayudan a memorizar. No se trata de convertir los apuntes en una obra de scrapbooking, pero si sabes que las tarjetas de cartulina beige pre cortadas te ayudan a organizar mejor tus resúmenes, no renuncies a ellas.
Una mesa de trabajo ordenada y equipada con todo el material que puedas necesitar, te ayudará a concentrarte en el estudio. Siempre es mejor escribir con el tipo de bolígrafo que más te facilite la grafía y los subrayadores que más te motiven.
Deja que tus avances salten a la vista
Contar con clasificadores en los que organices tus resúmenes y estantes con lo que te “falta”, está “por repasar” y ya está “resumido”, también pueden ser muy útiles. Muchos opositores conservan en tarros de caramelos los subrayadores que van gastando, como una prueba palpable de su avance.
Puede parecer solo un juego pero tomarse en serio las sesiones de estudio pasa por priorizarlas sobre el resto de cosas. Entender esto como tiempo invertido en nosotros mismos (y en nuestro futuro) es una de las mejores maneras de convencernos, mejorar nuestro rendimiento y conseguir cumplir nuestros objetivos.
Es maravilloso estudiar. Un lujo y un privilegio. Yo lo hacía hasta subido en la moto, claro, parada con el caballete o con la de cabra, De los mejores patrimonios personales. Lo malo es cuando vives en Vallecas y tu padre drogadicto te da una colleja si dices que quieres ser abogado y al día siguiente en el colegio tu me dirás que clase de profesor te espera, de aula, de ambiente, de material de ideas, de espíritu y de amor. Esto ya es feudo del froidiano.