Begoña Vila.- El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, califica de “plan político más que económico” el conjunto de medidas “retales” contenidas en el real decreto, que no ha avalado ningún organismo ni instituto económico.

“No formo parte de su pacto ni de sus socios”, sostiene en referencia a que el presidente del Gobierno ya tiene cerrado el respaldo para sacar adelante la convalidación del texto y que no ha pedido el apoyo del PP.
“La política económica del Gobierno nos lleva a la mayor tensión de precios de la historia reciente. O hacemos algo o persistiremos en el error”, asegura.

Resalta que su propuesta para aliviar la situación económica de las familias españolas pasa por devolver lo recaudado, que cifra en 7.500 millones de euros solo en los dos primeros meses, y en desbloquear la ejecución de los fondos europeos, empleando 5.000 millones de euros para que lleguen directamente a los proyectos que presenten los ciudadanos.

Señala el líder de los populares que, pese a la negativa de Sánchez a su propuesta de rebaja de impuestos, se la remitirá al presidente del Gobierno porque es su “obligación” y “por una cuestión de persuasión”.

“A los españoles les interesa que dos políticos puedan hablar y eso se ha cumplido; también si son capaces de mandar un mensaje positivo a las familias españolas, y eso no se ha logrado”, lamenta Feijóo sobre el encuentro de ayer en Moncloa tras censurar que no contara con un orden del día.

Considera que el presidente ha roto el orden diplomático, que montó un “follón” trayendo al líder del Frente Polisario a España de manera ilegal y ahora con la entrega del Sáhara a Marruecos, y mientras tanto “sobre Ceuta, Melilla y las aguas de Canarias, nada”.

“No podemos volver a esta política exterior y espero que no ningunee a los españoles y a la Cámara”, apunta Feijóo, quien asegura que el Gobierno se ha roto y fracturado votando cosas distintas ayer en el Congreso.

Considera que la solución a esta cuestión pasa por sentarnos, entre otros, con Marruecos y las Naciones Unidas, y mantener informado a Argelia y a la UE “y hacer las cosas como corresponde en el siglo XXI: sin cartas, documentos secretos y sin bandazos en política exterior”.

Se pregunta si “se ha avanzado algo respecto a la posición inicial española” y si “ha merecido la pena engañar a todo el mundo y que la política de Estado sea la política de un hombre”. “¿Ha merecido la pena tanta improvisación y que Sánchez se vaya a ver al Rey sin un solo voto a favor?”, cuestiona el líder de la oposición.