Plena Inclusión España ha denunciado el abandono de la comunidad internacional a las personas con discapacidad y sus familias en Ucrania, que permanecen en el país guerra en condiciones de extrema precariedad.

La entidad del ámbito de la discapacidad ha iniciado una campaña de captación de fondos, en la que hasta el momento ha recaudado 50.000 euros, para distribuir a las familias atrapadas y sin recursos en territorio ucraniano.

Como la de Raisa Kravchenko, que cuida a su hijo, un joven de 28 años, con autismo y grandes necesidades de apoyo en su casa situada a 100 kilómetros al sur de Kiev.

“Necesitamos dinero para contratar asistentes personales, para que las madres tengan algo de ayuda y respiro. Porque tenemos miedo a que se institucionalice la situación, que las personas queden en residencias encerradas sin contar con los apoyos suficientes. Ya pasó durante el confinamiento, en la pandemia”, ha explicado en una conversación organizada por Plena Inclusión.

Esta madre ha agradecido la solidaridad que llega de España, pero teme que si la guerra se alarga, las necesidades de lo más básico van a ir en aumento y para las familias con personas con discapacidad es más difícil tomar la decisión de intentar salir del país o permanecer en el país con el peligro de la guerra.

Desde Plena Inclusión Europe, Milan Šverepa ha reprochado a algunos organismos internacionales de refugiados su falta de compromiso con las personas con discapacidad intelectual y sus familias. “Estamos decepcionados con las agencias humanitarias y la respuesta que están dando ante las necesidades de las personas con discapacidad intelectual”.

En España, la Asociación para la Atención a Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo y a sus Familias (Amafi) ha habilitado en Yepes (Toledo) un piso en convenio con el Gobierno de Castilla-La Mancha que acoge a Damian, un niño ucranio de 7 años con TEA y discapacidad auditiva, que ha llegado junto con su familia.