Patricia Rueda, Santiago Abascal y José Enrique Lara, los tres principales responsables de la crisis de Vox Málaga (Foto: Sur).

Julia Navarro.- Alerta Digital ya venía avisando sobre la mediocridad que caracteriza a Vox. Y, particularmente, a Patricia Rueda, diputada por Málaga por el encaprichamiento de José Enrique Lara, expresidente del partido en la provincia, que se empeñó en designar como cabeza de lista al Congreso a esta nulidad política que, junto con el propio Lara, se encargaron de destruir Vox en Málaga.

Ayer, en el programa de Federico Jiménez Losantos, el periodista de esRadio culpó al mismísimo Santiago Abascal de colocar en según qué puestos de responsabilidad a personas con un manifiesto y bajo nivel intelectual a fin de asegurarse que nadie más sobresalga, aparte de él mismo, Espinosa de los Monteros, Ortega Smith o Macarena Olona.

No nos sorprende este proceder porque por cualquier afiliado o excargo es sabido que a quienes fueron destacando lo más mínimo en Vox, o que tuvieran principios, el partido los ha expulsado, ha conseguido que dimitieran o los ha relegado al ostracismo. Suponemos que esta práctica se debe a las ansias de mantener, al precio que sea, el control total del chiringuito verde que ha hecho millonario a Abascal y sus adláteres.

En el caso que nos ocupa, portavoces de distintos partidos ofrecieron su posicionamiento político en lo relativo al 8-M, Día Internacional de la Mujer. Como no podía ser de otra manera, Vox hizo lo propio a través de una de sus portavoces, que en este caso resultó ser Rueda, cuya alocución le pareció incomprensible a Jiménez Losantos, quien no dudó en responsabilizar al presidente de su formación:

“Lo explican tan mal que al final no sabes lo que han dicho. Esto es culpa de Abascal, que se empeña en poner gente que vale poco para que se note el que vale. Porque no tiene otra explicación”, comentó Losantos, quien tras reproducir la alocución de la diputada cargó contra la gestión de la comunicación por parte de Abascal y aseguró que Rueda no lee comunicados serios y que es una incapaz en el arte de la lectura:

“Por los clavos de Cristo, Santi (Abascal), haz algo con la comunicación. Por los clavos de Cristo, que murió en la cruz, por los pecados de la COPE… No puede ser… No puede ser que Vox, que tiene 5 millones de votos, no tenga quien represente la comunicación de Vox. No puede ser. Esta chica (Rueda) tiene mejor aspecto que Buxadé, pero lee las mismas bobadas. Y, además, tampoco sabe leer”.

*Link al programa, desde el minuto 14:35, para escuchar la valoración de Jiménez Losantos sobre la ‘incapacidad’ de Patricia Rueda para leer, en palabras del periodista de esRadio:

Ya no es solo Alerta Digital quien denuncia las escasas cualidades de Rueda Perelló para ostentar el cargo que ejerce, sino que Jiménez Losantos de esRadio, cuya línea editorial es claramente proclive a la derecha, y a Vox en concreto, lo ha reseñado con rotunda claridad.

AD entrevista a José Manuel Rojas y revela el porqué de su marcha de Vox tras descubrir el fraudulento trasfondo de la elección de Rueda como nº 1 al Congreso

Cabe recordar que la diputada fue elegida en 2019 para encabezar la lista de Vox al Congreso por mediación de José Enrique Lara, expresidente provincial, quien todavía no ha dado explicaciones sobre por qué lo hizo. Aunque hace no demasiado Armando Robles, director de AD, insistiera en esta pregunta, que recibió la callada por respuesta.

Aquella designación propició la dimisión del entonces secretario provincial José Manuel Rojas, todavía recordado con respeto y admiración por la afiliación de Vox Málaga: “Me negué rotundamente a colaborar en la elaboración de una candidatura confeccionada, al menos en lo que a su encabezamiento se refería, en base a espurios intereses, al tráfico de influencias y al pago de solo Dios sabe qué favores debidos, tal y como acabó por descubrirse…”, confesó Rojas en una entrevista concedida a AD en octubre de 2020.

José Manuel Rojas (Foto: La Opinión)

Este empresario malagueño, quien optó por abandonar Vox, lo hizo en un ejercicio de coherencia y dignidad excepcionales: “En ese momento sentí que se traicionaban todos y cada uno de los principios y valores de los que tanto habíamos hecho gala desde los inicios y consideré sencillamente inmoral mirar hacia otro lado y permanecer impasible en el cargo, por lo que opté por presentar mi dimisión. Si algo tuve claro en ese momento fue que mi conciencia jamás me perdonaría semejante bajeza”.

No parece que la ambición política acompañara entonces a nuestro protagonista. Y es que primero rechazó el ofrecimiento de José Enrique Lara para ir en la lista a la Alcaldía de Málaga, y tampoco aceptó su inclusión en la candidatura a las autonómicas andaluzas celebradas en diciembre de 2018. Ante la sorpresa general, Vox obtuvo 10 diputados. “No puedo aceptar el puesto cuando no creo en el estado autonómico”, se justificó.

Con unas expectativas sin techo para Vox, cuyo ciclón político nacido en Vistalegre unos meses antes era de tal magnitud que parecía inevitable que alcanzara al PP, llegaron las elecciones generales de abril de 2019. Algunas encuestas pronosticaban para Vox la obtención de más de 80 diputados.

“Esta vez no te voy a aceptar un ‘no’. Eres nuestro hombre para encabezar la lista de Vox al Congreso de los diputados”, le soltó Lara a Rojas en una reunión del Comité Ejecutivo Provincial.

Tras someter el ofrecimiento a la consideración de los suyos, Rojas finalmente aceptó lo que consideraba un honor y un reto político: representar a Málaga en el Congreso y defender la unidad de España. Al día siguiente de anunciar al CEP que aceptaba el nombramiento, La Opinión de Málaga oficializaba la noticia con su foto en portada.

No había digerido del todo el giro de 180 grados que experimentaría su vida, cuando a José Manuel Rojas le tocó conocer al verdadero rostro de José Enrique Lara y sufrir sus alambicadas mentiras.

Trío de inútiles. (Foto: Sur).

Ni 72 horas habían transcurrido desde que aceptó el puesto de número 1 al Congreso, cuando recibió una llamada de Lara, en la que daba inicio a su repertorio de embustes. “Lo siento, pero Madrid no te acepta. Tenemos que buscar a otro candidato”. Las explicaciones exigidas por Rojas a Lara resultaron vanas. Este se aferraba una y otra vez a la decisión de Madrid, cuyas razones juraba desconocer.

Rojas, pese a su sorpresa e indignación, prefirió ser cauto. Pero el catálogo de mentiras se amplió a las 48 horas cuando Lara le comunicó que Madrid había optado por una mujer, que él, seguía insistiendo, decía desconocer.

Una comunicación a través de WhatsApp de un amigo de Rojas con Santiago Abascal, al que conocía bien, alimentaron aún más las sospechas del asesor financiero. Interpelado Abascal sobre el porqué de la exclusión de Rojas como número 1, la contestación del de Amurrio no dejaba dudas: “Málaga ha sido la única provincia española donde no ha habido injerencias del partido para elaborar las listas. Todo ha sido decidido por ellos. No me pidas ahora que interfiera en la selección de los candidatos”.

Fue un Comité Ejecutivo Provincial celebrado días más tarde el lugar escogido por Rojas para pedir explicaciones a Lara, quien debió pensar que el dolor de una mentira se tapa con otra. “Verás, es verdad que Madrid nos dio carta blanca para designar a los candidatos, pero por la política de cuotas era imprescindible poner a una mujer al frente de la lista”.

– ¿Y quién es la mujer que habéis elegido?

Lara no soltó prenda. Fingía no saber nada. Su inextricable colección de embustes se iba nutriendo día a día.

Pero pronto se resolvió el misterio. El nombre de una tal Patricia Rueda comenzó a correr como la pólvora. ¿Y quién era Patricia Rueda? Nadie del partido parecía conocerla… ¡excepto Lara! Las primeras informaciones de la candidata a dedo no tardaron en darse a conocer. Había estado muy próxima al PP y dirigía el Museo Automovilístico y de la Moda, en ese momento en números rojos. A esos datos curriculares debemos unir su condición de mujer del director de COPE en Málaga.

El Diario Sur fue el primero en dar la noticia, aunque con un dato inexacto. Patricia Rueda, en contra de lo que aseguraba su mentor Lara, no era aún militante de Vox. Ingresó en el partido dos días más tarde de oficializarse su candidatura a la Cámara baja.

¿Cómo es posible que una mujer apenas conocida en Málaga, con un raquítico expediente curricular, con escasas dotes oratorias, con una magra formación política y sin estar siquiera afiliada a Vox, fuese la elegida para encabezar la lista de un partido que contaba entonces con personas mucho más cualificadas? Como un derechazo al mentón, la pregunta, aunque sin tantos matices, le fue soltada a Lara en una reunión del Comité Ejecutivo Provincial.

Los guionistas de cualquier serie de humor habrían tenido una impagable fuente inspirativa con la respuesta de Lara en aquella tragicomedia. “Hice una especie de ‘casting’. Me reuní con cinco candidatas, a las que obviamente no conocía, para hacerles una prueba y decidir cuál de ellas era la mejor para ser diputada”, dijo sin inmutarse.

Rojas y el resto de los reunidos no salían de su asombro. “Y si no conocías de nada a estas personas, ¿cómo entonces es que conseguiste dar con ellas? ¿Quién te proporcionó sus datos y sus teléfonos? Ni la mejor empresa de Málaga tiene capacidad para una elección de tanta responsabilidad en tan poco tiempo”, le soltó el todavía secretario provincial, mientras Lara lo taladraba con la mirada.

Acorralado por sus mentiras y trampas, en esa misma reunión, Lara ofreció a Rojas el puesto 2 al Congreso. No lo aceptó y el puesto fue a parar Rubén Manso Olivar. Obras en Vox Málaga no siempre son amores.

Así termina de gestarse el descalabro de Vox Málaga: primarias manipuladas, Rueda como gestora interina, actual gestora provincial, expulsión de Antonio Pulido…

El 1 de septiembre de 2020 Vox convoca una suerte de primarias para que, en teoría, los afiliados elijan a sus líderes provinciales. En Málaga, tras la recogida de avales, quedaron para el envite final el entonces presidente José Enrique Lara, muy controvertido por sus desagradables formas y que se había ganado el rechazo de buena parte de la afiliación, y Enrique de Vivero, coronel retirado de La Legión, que aglutinó a los críticos y descontentos con Lara.

El 25 de septiembre Vox suspende las primarias provinciales en Málaga “tras haber constatado la existencia de infracciones de normas internas que han enturbiado el proceso electoral”, según el Comité Electoral, el cual no detalló ni quién ni qué infracciones se cometieron. El 14 de octubre se repiten las votaciones, que decantaron la balanza a favor del candidato militar.

Tras el hecho de que la dirección nacional de Vox estuviera maniobrando para forzar la dimisión del 18 de noviembre por parte del coronel De Vivero, presidente provincial en Málaga durante poco más de un mes porque esta no quiso ratificar ni a él ni a su ejecutiva, en ese mismo día Rueda fue nombrada gestora interina con el cometido de conformar una gestora provincial títere que actualmente preside Antonio Sevilla, concejal de Torremolinos.

A raíz de la inútil actuación de esta gestora en lo que respecta a la cohesión de la afiliación, surge por iniciativa de afiliados del partido, que todavía siguen aguantando el desprecio total de Vox hacia sus afiliados, la denominada como Plataforma Antigestora.

Este grupo terminó siendo encabezado por Antonio Pulido, espoleado por un nutrido grupo de afiliados, para pedir que se devolviera la voz a los afiliados y, así, intentar que el partido permitiera escoger a sus representantes en las urnas en lugar de que se hiciera por ‘dedocracia’, totalmente extendida en Vox a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Le consta a AD que Pulido, ingeniero de profesión y antiguo vocal de la ejecutiva provincial precedente a las primarias, que encabezaba José Enrique Lara, siempre tuvo la voluntad de poner paz y apagar los incendios provocados por Lara, que no fueron pocos. Anteriormente, el citado Rojas también se había encargado de apaciguar las aguas cuando el expresidente perdía los papeles.

Antonio Pulido.

El pago que recibió Pulido a cambio de su lealtad, su tiempo, e incluso dinero de su propio bolsillo para las obras de la sede que actualmente disfruta la gestora títere, no solo fue su destierro total en lo relativo a la participación en el partido, sino que fue expulsado de manera arbitraria.

¿Por qué? Por un comentario que hizo el exvocal, en libertad y a título personal en un grupo de WhatsApp, por el cual mostraba su preocupación por la presunta presencia de un depravado sexual en la sede de Vox Málaga. Él anunció en dicho foro que prohibía a sus hijas tener contacto con Vox Málaga, y recomendaba a cualquier padre que hiciera lo propio, simplemente hasta que el partido resolviera el asunto.

Por el camino, la Plataforma Antigestora ha tratado de fiscalizar, sin éxito dado los personajes que dirigen la gestora provincial y por extensión sus amos de la dirección nacional, la nefasta marcha de un Vox Málaga a la deriva, sin ideas, sin proyecto, sin rumbo y, lo peor, sin visos de que se revierta la situación… En definitiva, sus dirigentes –o marionetas si lo prefieren– están más preocupados de salir en la foto que de servir a sus vecinos y a los ciudadanos.

Además, la actual gestora confeccionada y dirigida en la sombra por Rueda está actualmente desgastada y dividida en lo referido a sus integrantes por los intereses personales de unos y otros. No es de extrañar dada la baja calidad humana de las personas que ‘lideran’ en la actualidad Vox Málaga. Dios los cría y ellos se juntan.

En este clima de desafección, la diputada no ha hecho más que sentenciar un partido que también dejó muy tocado el presidente Lara por su deficiente gestión, en parte por la cuestionada elección de la propia Rueda, unida al constante maltrato verbal al que este sometía tanto a afiliados como a cargos y colaboradores más cercanos.