Solo 4 comunidades autónomas superaban las 4.000 licencias en 2019. Atendiendo a las últimas cifras publicadas en mayo de 2020, la pesca tenía cerca de 53.300 licencias a nivel nacional. Un número que da bastante que pensar en que, de hecho, es un hobbie que convence a los españoles.

De hecho, después de la pandemia se han incrementado las licencias de pesca debido a la propia forma en la que se desarrolla este deporte, casi de forma individual y al aire libre.

En España hay dos tipos de licencia: la licencia fluvial y la marítima.

De hecho, para facilitar las cosas en lo que a papeles se refiere, hasta ocho comunidades autónomas han unificado los trámites para poder practicar la pesca en sus territorios.

Así, quien se saca una licencia en Aragón, Asturias, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid o Murcia, no tendrá problema a la hora de cambiar de zona de pesca.

Basta con presentar las solicitudes e impresos con los datos y pagar las tasas para poder practicar este deporte, en lalicenciadepesca.com se encuentran tutoriales para conseguirla de forma online, pero sin duda, es necesario saber, previamente, cuáles son todos los requisitos a presentar para que la licencia de pesca se consiga a la primera y poder disfrutar, independientemente de la zona española, cumpliendo los requisitos.

¿Cuáles son los tipos de pesca que más se practican en España?

Actualmente hay cinco disciplinas que destacan:

1. Pesca a spinning: se trata de una modalidad que busca engañar a los peces a que piquen lanzando un señuelo artificial y moviéndolo simulando que está vivo. Suele ser una disciplina que se practica en la hora crepuscular.

2. Pesca submarina: este tipo de pesca sí que requiere de un examen adicional para conseguir licencia ya que su práctica requiere de unos conocimientos previos para evitar accidentes. Se dice que este fue, probablemente, el primer tipo de pesca que se desarrolló.

3. Pesca con mosca:  gracias a la cantidad de ríos de nuestra geografía, quizá es una de las disciplinas que más seguidores tiene. Es necesario adentrarse en el río y simular, con una mosca artificial, el vuelo de la misma para que los peces busquen hacerse con ella una vez entra en el agua.

4. Pesca a surfcasting: cada vez son más los aficionados que se ven en la orilla de algunas playas lanzando el sedal sobre las olas. La tranquilidad, el contacto con el mar, con la orilla y el ambiente hacen de ella un reclamo en muchas calas.

5. Pesca al curricán: en este caso, es necesario estar embarcado ya que se adentra la embarcación en el mar en busca, sobre todo, de atunes, melvas o caballas. Sin duda, una forma distinta de disfrutar de la caña de pesca en un entorno único y complicado.