El “último dictador de Europa” -el único que no ha impulsado agresivamente purines genéticos y etiquetas de ganado no probados en su pueblo- ha vuelto a declarar lo obvio:

“El Coronavirus tiene sus propios beneficiarios, los multimillonarios de todo el mundo -esto ya es un hecho- han aumentado significativamente sus fortunas, la brecha entre los muy ricos y el resto de la población ha aumentado notablemente. Los ricos se han hecho aún más ricos, y los pobres se han hecho aún más pobres.

¿Va a renunciar esta mafia a los billones de sus beneficios? Por lo tanto, siguen sembrando el pánico, y las vacunas se convierten en elementos de la gran política. En Occidente se han desatado verdaderas guerras de vacunas. No reconocen el Sputnik V, tratan a Sinopharm con cautela, al mismo tiempo que imponen su propio producto como Pfizer. Pero de hecho, dividen los mercados y clasifican a la gente”.

Lukashenko hizo estas declaraciones durante un discurso sobre el estado de Bielorrusia ante la Asamblea Nacional de su país. BELTA tiene una redacción decente.

Lukashenko lo ha señalado. Lo único que añadiremos es que la “guerra de las vacunas” -que sí se está utilizando para dividir los mercados y clasificar a la gente- es un esfuerzo de colaboración.