Un gobierno que huye hacia adelante, dejando atrás la ruina económica y la próxima quiebra de España, pretende ahora embarcarnos en una posible guerra contra Rusia.

¿Qué se nos ha perdido en Ucrania?

Mientras tanto los invasores africanos siguen entrando en Ceuta y Melilla, mientras el Ejército no cumple el mandato constitucional del artículo 8:

“Las Fuerzas Armadas…, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.

Lo cierto es que somos diariamente invadidos, tanto en las plazas de soberanía en el norte de África como mediante pateras, organizaciones criminales de tráfico de personas, y los no menos criminales de las ONGs, que se dedican a “pescar” ilegales con la sin par colaboración de la Armada Española.

Pero, eso sí, el enemigo es Rusia, que dicen, quiere invadir Ucrania, o instaurar allí un gobierno títere, de forma similar al gobierno títere de España, al Servicio del judaísmo internacional, y del NOM, Nuevo Orden Mundial.

La OTAN tuvo su razón de ser, después de la segunda guerra mundial, en tiempos de la guerra fría, en que la URSS, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, se iba apoderando de países limítrofes, invadidos y ocupados por sus tanques, pero hoy en día el escenario mundial ha cambiado, y eso lo sabe hasta un tonto como yo.

Hoy por hoy, el siglo XXI es el siglo de China, y estamos a en una tercera guerra mundial, biológica, no declarada, de China contra el resto del mundo.

Esa nación, con más de 1.400 millones de personas, más del veinte por ciento de la población mundial, que extiende sus tentáculos económicos por Asia y África, se está apoderando de pequeños y medianos países, a los que ayuda, pero al tiempo esclaviza, dominando la mayoría de las materias primas del mundo, al tiempo que “fabrica” el Covid, como arma de destrucción masiva, que tanto daño ha hecho a Occidente, destruyendo nuestras economías, y generando alarma y frustración social, desempleo, y mayor dependencia, si cabe, de los bienes y productos procedentes de China.

De la misma forma que Lenin decía que los capitalistas les iban a vender a los comunistas la soga con la que les iban a ahorcar, el comunismo chino nos invade, hunde las economías nacionales y genera una gran dependencia económica, de forma que hemos acabado comprando las mascarillas, por ejemplo, a los mismos que han generado el virus. ¡Acojonante!

Mientras tanto, el Capitán Araña Sánchez, con su ayudante, la sargento de mantequilla, pero amarga, nos encaminan a pasos agigantados hacia un posible enfrentamiento militar, que sólo nos traerá perjuicios de toda índole, además de la enemistad de Rusia, un pueblo noble y sufrido, que defiende sus derechos e intereses legítimos, y que no quiere ser pisoteado ni por USA, ni por la OTAN, ni por China.

En definitiva, un estado que se respeta a sí mismo, y por eso se hace respetar, no como esta pobre Patria nuestra, que actúa de cipayo universal, en una veintena de países, que la mayoría de los españoles no sabemos ni dónde están, y yo el primero.

Y un Capitán Araña, que quiere emular a Napoleón y a Hitler, pues su misma estulticia le impide prever los efectos nocivos de sus ocurrencias.

Que se hace la foto hablando con dos teléfonos a la vez, y delante de un ordenador, para ver el avance de nuestros escasos barcos, haciendo el hazmerreír de cualquier persona con sentido común, y que se vista por los pies.

¡Tontos al poder, que sus hijos ya están!

*Abogado y escritor.
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