Andrés Vacca.- El exsecretario de estado Mike Pompeo advirtió el domingo 26 de diciembre que la crisis en la cadena de suministros actual significa apenas un “juego de niños” si no se logra frenar el avance del régimen chino en el dominio de la ruta comercial del Mar de China Meridional.

Durante una entrevista en WABC 770 AM, Pompeo llamó la atención sobre el peligro que implica para el mundo entero el avasallamiento y exceso de poder del régimen comunista en la zona del Mar de China Meridional.

Según el exsecretario de estado, la monopolización que pretende generar China en la mencionada ruta comercial podría generar enormes desabastecimientos a nivel global, si no se logra frenar.

“En el sudeste asiático, países como Vietnam, Singapur y Corea del Sur, todos deben comprender que la amenaza de la dominación china en el Mar del Sur de China, hará que los problemas que estamos sufriendo hoy en nuestra cadena de suministro parezcan un juego de niños si los chinos son capaces de dominar los envíos comerciales a través del Mar de China Meridional”.

En este sentido aseguró que la intención de China justamente es dominar esa zona y eliminar a sus adversarios comerciales, y reclamó que Estados Unidos debe tener un rol “esencial” para hacer comprender al régimen comunista chino que ese camino es sumamente perjudicial y peligroso para el mundo entero.

“Podemos hacerlo…Simplemente se necesita liderazgo presidencial, buena comunicación y capacidad para resolver”, dijo.

La tan disputada ruta comercial atraviesa el Estrecho de Malaca, y según la revista especializada China Power, un hipotético bloqueo en el estrecho, por el motivo que fuere, podría generar un verdadero caos en la cadena de suministro mundial. Comenzando por las rutas comerciales interregionales y los centros de producción multinacionales que están vinculados geográficamente al Mar de China Meridional.

Cabe destacar, que China es el mayor importador mundial de petróleo y que el 80% de esas importaciones pasan justamente a través del estrecho, a su vez, este petróleo es condición básica para mover la potente industria comunista.

Muchos expertos y políticos estadounidenses notaron que la actual crisis en la cadena de suministro estadounidense tiene su raíz de origen en la enorme dependencia del país asiático y justamente debería entenderse como un llamado de atención para generar cambios a futuro en torno a una mayor independencia comercial.

Según el Departamento de Comercio de Estados Unidos, China fue el mayor proveedor de importaciones del país, 18,1% en 2019, con categorías principales que incluyen productos de la industria electrónica, textil y juguetes entre otras.

El aumento en las importaciones fue exponencial desde 2001 cuando el presidente Bill Clinton promovió a China como miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El problema no sería tan grave si solo fuese Estados Unidos en esta posición, pero la realidad muestra que prácticamente todos los países del mundo aumentaron considerablemente sus importaciones chinas, y en muchos países directamente abandonaron por completo industrias históricas locales para reemplazarlas por productos chinos.

La consecuencia es una dependencia cada vez más notoria del régimen comunista chino y su poder industrial basado prácticamente en la explotación laboral, la pobreza de su pueblo y la represión por parte del estado.