De nuevo, VOX, entre dos aguas
Gloria R.- La vacunación llega a un momento dulce para los gestores y representantes políticos. Los partidos empiezan a respirar aliviados gracias a la posibilidad de llegar a la inmunidad de grupo antes del otoño, con algunas críticas a la gestión, a las formas, a los retrasos, pero respirando y sabiéndose todos que al final, el control de la pandemia tiene alguna posibilidad. Pero todos no son alegrías para todos. A un partido parece que este avance se le atragantó.
Desde hace días se viene orquestando, desde los más fieles correlacionaros de la “curia del Conde”, una campaña de desprestigio contra Macareno Olona por publicitarse vacunándose. Y es que, a falta de argumentos políticos fuertes contra el tándem Espinosa-Olona y la pérdida de peso político de Abascal-Smith, “buenas son tortas”. O eso han tenido que pensar en el núcleo más ultra del populismo español. “Y coge y sube una foto con la vacuna de Osoros como si fuera algo normal” matizaba uno de los miembros de la “curia” a modo de crítica.
Y es que la vacunación, las conspiraciones inventadas y los adjetivos a la desesperada para definir la pandemia en busca de votos empieza a topar de cara a la realidad y a la transversalidad que defienden algunos de los líderes. Mientras los anti-vacunas que se encuentran en la “curia del Conde” defienden el ataque frontal contra Olona para desprestigiarla, como ya hacen directamente en los grupos de Telegram y en los comentarios de twitter, otros ven que el partido se equivoca en este punto. “Nos hemos comido el sapo del “virus chino”, el de la “vacuna de control mental de Bill Gates” y después de hacer el ridículo encima quieren que rectifiquemos a uno de los más brillantes de los nuestros” criticaba un alto cargo en Valencia de VOX en una comida la semana pasada.
Nueva grieta en el partido verde que no gana para disgustos. Los números son cada vez peores, la moción de censura que plantean para los próximos meses es ya rechazada por el 50% de su propio votante, los congresos provinciales bloqueados o tirando de nombramientos a libre designación entre los amigos del “Conde” y un discurso que cada vez provoca más rechazo y se hace más variante.
Al final el populismo, si no logra la victoria de un solo golpe y ante una sola figura política, se rompe, se quiebra y despieza en mil trocitos. Un trocito por cada cambio de criterio. Y VOX ya se encamina a ellos. Vacunas no, vacunas sí. Apoyo de derechos y libertades para todos, o sólo para lo que se considera familia tradicional.
Internacionalización de las empresas, o nacionalización del mercado para las empresas. Defensa de la Unión Europea de principios judeo-cristianos, o en contra de la Europa sin fronteras. A favor de hacer un poco más dura la ley del aborto o sencillamente eliminar ese derecho. Un solo líder al frente de todo y con todo el poder, o permisividad de líderes como Olona con propia agenda.
Y así, poco a poco, es como muere el populismo en democracia. Por el bien de la misma, de las libertades, de los derechos, de los votantes y de todos los ciudadanos. Lo contrario, por desgracia, nos lleva a Venezuela, Hungría o la Grecia de Varufakis.
Sea como sea, futuro cercano o lejano, VOX se enfrenta una vez más a una división en dos. Los anti-vacunas que idolatran como semidioses a los de Abascal y su “curia” y los que, por el contrario, ven en la vacuna una herramienta sanitaria lejos de conjuras imaginarias como son el tándem “Espinosa-Olona”.
*El último escaño