Con unas cifras que sitúan el sector inmobiliario en un crecimiento anual que sobrepasa el 8% queda claro que, en nuestro país, las transacciones van a seguir llenando las notarías en los próximos meses aprovechando el tirón de un número de inmuebles que merece la pena revisar si se busca vivienda.

El número de casas en venta es significativo, pero también lo es la forma de poder acceder a ellas como comprador y, sobre todo, de cerrar el trato como vendedor.

“El sector ha cambiado mucho. Los usuarios buscan alternativas más ágiles que las del mercado tradicional, de ahí que nuestra opción de instant buyer le interese a cada vez más propietarios” explican desde Casavo.

Su fórmula es fácil y lleva triunfando en Europa ya un tiempo desde que se fundara en 2017. Esta plataforma tecnológica, de hecho, cerró en 2019, el último año normalizado que puede servir de referente, adquiriendo más de 1000 inmuebles en la UE.

¿Cómo lo hace? Facilitando al máximo los trámites de venta. El interesado entra en su web, sitúa y describe su vivienda y, gracias a la tecnología, la plataforma le plantea un precio de venta que se ajusta no solo al mercado sino a la situación del portal, la calle, barrio y entorno.

Con esa valoración, si el vendedor estuviera de acuerdo, concertaría una única visita que serviría para que los especialistas de Casavo valoren de forma real la vivienda y hagan una oferta firme que, de tenerse en cuenta, agilizaría la venta en cuestión de días.

“Se acabó el esperar meses y meses a que venga el comprador perfecto. Nuestra fórmula es sencilla para agilizar al máximo la venta ya que el objetivo siempre es aportar y ofrecer la mejor experiencia de cliente a quien se acerca a nuestros sistemas” explican desde la start up.

¿Qué hacen después con esas viviendas? Su modelo de negocio es claro: volver a ponerla en el mercado. Pero ya reformada. Una vez se escritura, se hace una reforma de la vivienda para adaptarla a las tendencias actuales, actualizar todas sus instalaciones y garantizar a su comprador que está comprando una vivienda nueva en una finca bien situada.