El Senado gastará 950.000 euros para que senadores españoles escuchen las intervenciones de otros senadores españoles… ¡a través de traductores!
La inacabable adaptación del Gobierno a las reivindicaciones nacionalistas ha producido una situación sorprendente en la vida pública nacional: representantes del pueblo que conversan habitualmente en la lengua oficial que comparten todos (el castellano) necesitan de un servicio de traducción simultánea para entenderse. Ello es así porque se ha iniciado en el Senado de la nación la práctica ya reglamentada que permite a los senadores debatir mociones en las otras lenguas que también son oficiales en varios territorios del Estado (catalán, euskera, gallego y valenciano), pero no sus colegas de otras comunidades no comprenderían si no se hubiera habilitado un servicio de intérpretes que traduzcan las intervenciones al castellano.
La escena tiene visos de esperpento, en la medida en que todos los miembros de la Cámara Alta conocen y hablan en castellano, entre otras cosas porque es obligación de todos los ciudadanos hacerlo. No es cierto, como argumentan el Gobierno y el Partido Socialista, que esta medida sea necesaria para proteger y poner en pie de igualdad a las lenguas autonómicas, que representan una forma excepcional del pluralismo de España. Ninguna de esas lenguas está perseguida o ninguneada en su comunidad, pero es evidente que en una institución nacional, que representa a todos, el idioma a utilizar debe ser el que nos une a todos. Los ciudadanos no lo entienden de ninguna manera, y entienden menos que con las dificultades sin cuento que están atravesando muchos hogares españoles el Senado se gaste 950.000 euros para que senadores españoles escuchen las intervenciones de otros senadores españoles… a través de traducciones. Esto pasa cuando se concibe la lengua como elemento de diferenciación en vez de como instrumento de acercamiento y comunicación, mejor mientras más universal y accesible para todos. El único senado realmente existente es el Senado de España y todos sus miembros entienden la única lengua que es común en toda España.
Iniciativa de Junts aceptada por el PSOE
Junts piensa llevar al Congreso de los Diputados la iniciativa que el PSOE ya ha aceptado en el Senado para generalizar el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara, según ha avanzado la portavoz de la formación independentista, Miriam Nogueras.
En el Senado, el uso de las lenguas cooficiales está permitido para los debates de mociones en el pleno, y la propuesta de Junts es universalizar su uso en la Cámara, lo que supondría un coste de 950.000 euros en gasto de intérpretes, según calcula su portavoz en la Cámara Alta, Josep Lluís Cleries. El presupuesto actual destinado a traductores es de 355.000 euros.
La reforma fue admitida a trámite este martes con el apoyo del PSOE y con 258 votos a favor, y ahora pasará a ser debatida y votada en la Comisión correspondiente que, en caso de que también sea aprobada, finalmente el Pleno de la Cámara Alta volverá a votarla y, de aprobarse, supondría una modificación del Reglamento para la incorporación total de las lenguas oficiales.
Este miércoles Nogueras ha comentado que trasladarán una propuesta similar al Congreso, donde el uso de las lenguas cooficiales no está permitido salvo para expresiones y citas puntuales, ya que no es una Cámara territorial y la única lengua común es el castellano. “Es muy frustrante estar en el Congreso y no poder hablar en la lengua catalana”, ha dicho la portavoz de Junts en rueda de prensa.
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